El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha allanado el camino hacia la alcaldía de Barcelona al ganador de las elecciones del 28-M, Xavier Trias, y de retruque, ha cortado las alas al candidato barcelonés de su partido, Jaume Collboni, por intentar un pacto que le dé la vara de alcalde y envíe al candidato de la órbita de Junts a casa. La convocatoria de elecciones españolas el 23-J ha retardado unas negociaciones ya muy complejas por los vetos cruzados que los partidos se pusieron durante la campaña electoral y que los resultados del 28-M han complicado todavía más.
ERC, muy debilitada por los males resultados, y con el dardo de Junts para hacer una lista unitaria independentista en Madrid, a estas alturas difícilmente podría justificar un tripartito que hiciera alcalde al candidato del PSC o a Ada Colau. De hecho, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha cerrado la puerta, como mínimo de palabra, a un tripartito que lidere el socialista: “Es innecesario regalarle al PSC la Diputación de Barcelona porque no ganamos nada”, ha dicho Junqueras, a la vez que ha hecho un llamamiento a buscar «pactos independentistas», pero eso sí, sin hablar en ningún momento de Xavier Trias.
Y el PP de Daniel Sirera, que podría hacer alcalde a Collboni simplemente votándolo en la investidura y sumándose al sí entusiasta de los Comuns, también ha puesto el freno de mano a la espera de los resultados de las españolas. Ha habido contactos «discretos» a petición de Trias y de Collboni, los dos explorando posibles apoyos de otros partidos, pero republicanos y populares no se quieren precipitar moviendo una ficha que pueda ser equivocada. El resultado de las españolas será determinante para pactar alianzas que tendrán también una clave catalana ante un nuevo ciclo electoral al otro lado de Sant Jaume.
Trias, alcalde ‘por ley’
A estas alturas, varias fuentes consultadas por el TOT dan ya por casi hecho que Xavier Trias será proclamado alcalde de forma automática, porque no existirá una suma alternativa de 21 regidores o más. Dicho de otro modo, la operación Collboni fracasará. Y también la operación Colau, que se ha circunscrito a las redes sociales, tertulianos y artículos en la prensa pidiendo que se invista a su candidata o al del PSC en nombre de una mayoría progresista. Pero sin ERC avalando un tripartito, sin que Xavier Trias quiera embarcarse en una sociovergencia a las puertas de las elecciones españolas, y con un PP que, según han explicado fuentes del partido a este diario, no se encontrarían cómodos «votando el mismo programa electoral que los Comuns, aunque fuera sin Colau»-, todo apunta a un escenario en el que Xavier Trias gobierne en minoría con sus 11 regidores como mínimo hasta que pasen las elecciones. Y a partir de aquí, el candidato de la órbita de Junts -también habrá que ver en qué formato se presentan a Madrid finalmente Junts y ERC- tendría la opción de jugar con la aritmética variable durante unos meses o reforzarse con un socio. O ERC o el PSC. Otras voces, provenientes del PSC, incluso han puesto sobre la mesa la posibilidad de hacer una moción de censura pasado un tiempo para intentar desbancar a Trias.
De hecho, para que Trias sea alcalde ‘por ley’ solo hace falta que ERC no vote al candidato del PSC, que ya ha dicho que se presentará, y que tampoco lo haga el PP, ni VOX. De hecho, fuentes de los populares no verían mal una investidura en la cual Sirera se votara a él mismo, y de facto, permitiera que Trias fuera alcalde. Los republicanos, por su parte, tampoco votarían a Collboni, y podría o bien presentar a Maragall, abstenerse o incluso votar a Xavier Trias -como ya hizo en 2011- si se hubiera sellado un acuerdo de gobierno o de estabilidad desde fuera del ejecutivo. En todo caso, la alcaldía automática de Xavier Trias pasa porque Collboni no reciba los votos de ningún otro partido que no sea el PSC i los Comuns.
El 1 de julio del 2011 Xavier Trias ya fue investido por ser la lista más votada con 15 regidores, 4 más que la segunda fuerza, el PSC, que obtuvo 11. Entonces recibió los votos de los regidores de ERC y de Joan Laporta, que se habían presentado juntos debajo la marca Unitat per Barcelona. Después, Trias jugó con la aritmética variable para gobernar.
Y si VOX votara Collboni el día de la investidura?
Esta posibilidad es aritméticamente posible, pero políticamente muy retorcida por los costes que tendría a ambos lados. Este escenario pasaría porque el candidato del PSC se presentara a la investidura, teniendo asegurado solo el voto de los Comunes, pero no del PP. En este caso, los partidos de Collboni y Colau sumarían solo 19 regidores, justamente a 2 de la mayoría absoluta fijada en 21 regidores. Y dado que el voto es libre, si los dos regidores de la extrema derecha de VOX decidieran que prefieren a un alcalde constitucionalista antes de que uno independentista, estos dos votos otorgarían la vara de alcalde al candidato del PSC y no a Xavier Trias. Una posibilidad que, si bien remota, existe. Como también parecía remoto que la derecha de Manuel Valls invistiera alcaldesa Ada Colau.
Todo ello, sin saber todavía el desenlace del recuento oficial de votos que hará público la Junta Electoral este viernes o sábado. A estas alturas solo 141 votos separan el PSC y los Comunes. El PSC ha sido segunda fuerza con 10 regidores, y los Comuns son terceros con 9 sillas. Pero son muy pocos votos de diferencia, y podría suceder que un regidor salte del PSC al partido de Ada Colau. Este escenario provocaría que Collboni se quedara sin ninguna opción de ser alcalde, porque quién lo intentaría sería Ada Colau, que en esta tesitura, no tendría seguro ni los votos del PP ni de VOX, ni por activa ni por pasiva.
El futuro de Colau y Collboni
Tanto Colau como Collboni han afrontado sus terceras elecciones y aparentemente tienen pocas posibilidades de conseguir la alcaldía. Por eso también hay que analizar posibles planes B para dar salida a dos candidatos que muy difícilmente aguantarían un mandato de cuatro años a la oposición. En el caso de Ada Colau, ha insistido en que no irá a las listas de Sumar el 23-J, y que su intención es intentar hasta el último minuto un gobierno «de izquierdas». Pero en ningún caso no ha dicho que rechace un hipotético ministerio en un gobierno del PSOE con Sumar y Podemos. En todo caso, si el PSOE no vuelve a gobernar, Ada Colau podría quedarse a la oposición en Barcelona esperando las elecciones catalanas para ser jefe de cartel de los Comuns, que a estas alturas no tienen ningún líder claro para las elecciones próximas en el Parlamento.
En cuanto a Jaume Collboni, las circunstancias son muy similares. Después de un tercer intento de ser alcalde, Collboni también podría esperar algo de un hipotético gobierno español. Y si tampoco fuera el caso, se hace difícil pensar que llegará al 2027 como regidor a la oposición. Una candidatura a las elecciones europeas podría estar en su hoja de ruta. De momento, pero, el candidato del PSC quiere quemar todos los cartuchos para ser alcalde antes de echar la toalla definitivamente.