141 votos diabólicos que lo pueden cambiar todo. Es la fotografía de los resultados provisionales de las elecciones municipales en Barcelona, después de un primer recuento de infarto la noche del domingo pasado. De hecho, será la noche electoral más larga de la historia que ha vivido la capital del país… porque se alargará hasta que la Junta Electoral haga públicos los resultados oficiales del escrutinio, que está previsto que anuncie el viernes 2 de junio al atardecer o el sábado. Hasta entonces no sabremos con seguridad si Ada Colau ha sido, efectivamente, la tercera fuerza con 9 concejales, o pasa ser segunda «robándole» el edil provisional a quien ha sido su socio de gobierno, Jaume Collboni, que a estas alturas tiene 10 sillas que le dan fuerza para negociar apoyos para la alcaldía.
Son 141 votos de diferencia que han dejado un escenario de negociaciones A, pero que podría cambiar radicalmente a un escenario B si los resultados oficiales incluyen alguna variación en este estrechísimo margen de votos y el décimo regidor del PSC fuera finalmente al saco de Barcelona en Comú. ¿Es posible? Sí, si nos fijamos en las variaciones entre los resultados provisionales y los oficiales de ahora hace 4 años. En 2019 no hubo movimiento de regidores, pero sí partidos que sumaron un buen puñado de votos y otros que los perdieron. Incluso ERC se apuntó la victoria en otro barrio. Si hacemos una traslación de las variaciones que registró a Junta Electoral en los últimos comicios, Ada Colau podría ser segunda fuerza. Con el 100% escrutado el 26 de mayo de hace 4 años, ERC consiguió 160.990 votos. Cuando el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó los resultados realmente definitivos, ERC, el partido ganador, tenía 199 votos más. Ada Colau sumó 336 más, el PSC, 137, y Juntos sufrió un recorte de 323 votos. El PP sumó 41 más, la CUP perdió 17 y Manuel Valls, 47.
Esperando, ahora sí, la foto finish
En el caso del 2023, el margen es tan estrecho que todos los partidos esperan la
¿Pero, que implicaría que el recuento oficial hiciera saltar el décimo regidor del PSC a la cuenta de Ada Colau? El impacto en las negociaciones para formar gobierno y elegir alcalde sería directísimo. Si Jaume Collboni pasa a ser tercera fuerza, sus aspiraciones, ya complejas, de intentar ser alcalde con un pacto alternativo por la izquierda o por la derecha, es decir, con un tripartito con Comuns y ERC, o haciendo que el PP avalara un bipartito con Comunes -dejando fuera de la ecuación Ada Colau, que siendo tercera, podría oficializarse como mano derecha del ‘Movimiento Sumar’ de Yolanda Díaz- quedarían reducidas prácticamente a cero. E incluso podría precipitarse su salida del consistorio de forma inmediata -pensando en el 23-J, o en los meses próximos, después de las elecciones españolas y con la mirada puesta en un hipotético nuevo ejecutivo liderado por el PSOE. Una salida que no se puede descartar incluso siendo segunda fuerza, pero fuera del gobierno municipal. De hecho, algunas voces apuntan a que si Collboni fracasa en su intento de ser alcalde, volaría hacia Madrid para ocupar en algún momento responsabilidades en la gestión del Aeropuerto de Barcelona, fuera en un ministerio o en AENA.
Y un segundo efecto directo: Trias tendría el camino mucho más allanado para ser alcalde sin un candidato fuerte que le intentara arrebatar la victoria. Por la vía de ser la lista más votada si no existe un candidato alternativo con 21 o más regidores. Al margen, eso sí, de que el candidato de la órbita de Junts apostara por reforzarse con ERC o con el mismo PSC
¿Y como impactaría en el bloque de los Comunes pasar de terceros a segundos? Aquí sí que el panorama no cambia radicalmente más allá de batallas internas sobre la hegemonía en el espacio de la izquierda. Todo indica que la alcaldesa y cabeza de lista de Barcelona en Comú ya tiene decidido que se va -esto, de hecho, podría facilitar algunos pactos, como por ejemplo un bipartito PSC-Comunes sin Colau, que podría llegar a ser avalado por el PP, apuntándose el punto de haberla echado y de haber proporcionado en la ciudad un candidato constitucionalista- y el más fácil es Madrid. A las puertas de las elecciones españolas, Colau podría ser la cabeza de lista por Barcelona del partido que justamente este martes ha registrado Yolanda Díaz, ‘Movimiento Sumar’. Pero más allá de carreras personales, los Comuns, como estructura de partido en Cataluña, solo tenían la alcaldía de Barcelona y el grupo parlamentario de 8 diputados. Fuera del gobierno municipal quedarían en una situación de precariedad política y económica compleja. De aquí la insistencia de Colau para configurar un «tripartido progresista» que los mantenga en el poder. Eso sí, si Colau pasa a ser la segunda del 28M y revierte el ‘sorpasso’ de Collboni, podría intentar liderar este ya improbable tripartito.
Mientras no se tenga el recuento oficial a partir de viernes, veremos pocos movimientos en los partidos más allá de reuniones discretas. De hecho, dejando al margen al ganador, Xavier Trias, los candidatos han mantenido un perfil muy bajo en las horas posteriores a la noche electoral. Porque aquí, y a diferencia de una multiplicación matemática, el orden de los factores sí que altera el producto. Y de qué manera.
