Ahora sí, final de la noche electoral más larga de la historia. La Junta Electoral ha confirmado el reparto de regidores que dieron los resultados provisionales de la noche del 28-M, y el PSC se confirma como segunda fuerza del consistorio con 10 regidores, mientras que el partido de Ada Colau ocupa la tercera posición con 9 regidores. El recuento de votos oficial podría haber hecho bailar un regidor, porque la diferencia de votos entre el PSC y los Comunes era de solo 141 votos. Pero el recuento oficial de la Junta Electoral valla definitivamente la puerta a la alcaldesa para intentar un ya rocambolesco tercer mandato.
Después de revisar las más de 1.500 mesas electorales que llenaron la ciudad el pasado domingo, los socialistas mantienen la segunda posición y amplían la distancia con los comunes. Si antes los separaban 141 votos, ahora la diferencia es de 342 votos. Según el recuento oficial, el PSC ha conseguido 131.923 votos, y BComú 131.581. De este modo, Colau no llega a cogerle uno de los regidores a Collboni, puesto que le hubiera habido que conseguir 150 votos más que el socialista en este escrutinio general. Una situación que, a pesar de haber estado al aire hasta el último segundo, no ha acabado sucediendo.
Colau, desde la tercera posición, había prometido insistir hasta el último minuto un pacto tripartito «progresista» con ERC y el PSC. Curiosamente, nunca se ha descartado como alcaldesa, confiada en que ERC podría ceder y apoyarle en nombre de las izquierdas. Pero que se haya confirmado que Collboni lidera el bloque «progresista» deja el partido de Colau definitivamente fuera de juego y con la única esperanza de mantenerse en el gobierno municipal como muleta de Collboni si consiguiera ser alcalde. Ni ERC ni el PP parecen dispuestas, a estas alturas, a investir Collboni alcalde y dar un portazo a Xavier Trias.
Collboni no renuncia a ser alcalde
Con la segunda posición consolidada y algunos contactos ya iniciados esta semana, el candidato del PSC mantiene vivas sus esperanzas de ser alcalde y conseguir una mayoría alternativa que descabalgue Xavier Trias, ganador de las elecciones. Es una gesta extremadamente complicada -incluso Salvador Isla reconoce que el más lógico es que Trias acabe siendo alcalde por la mínima- pero Collboni quiere ser alcalde con un pacto alternativo por la izquierda o por la derecha, es decir, con un tripartito con Comunes y ERC, o por la derecha haciendo que el PP avale un bipartito con Comunes -dejando fuera de la ecuación Ada Colau.
Ahora bien, sin ERC avalando un tripartito, sin que Xavier Trias quiera embrancar-se en una sociovergència a las puertas de las elecciones españolas, y con un PP que, según han explicado fuentes del partido en este diario, no se encontrarían cómodos “votando el mismo programa electoral que los Comunes, aunque fuera sin Colau”-, todo apunta en un escenario en que Xavier Trias gobierne en minoría con sus 11 regidores como mínimo hasta que pasen las elecciones. Pero el PSC, si bien daba por cerrada la vía de ERC este viernes, aduciendo que ya han elegido hacer un gobierno independentista con Trias y acusando los republicanos “traicionar” los votantes que dieron la clave a “una amplia mayoría progresista”, ha picado el ojito al PP de Daniel Sirera. Los socialistas confían en que el PP los diera luz verde votándolos la investidura, de forma que sumarían con el voto incondicional del partido de Colau. Una opción, no obstante, que los populares no tienen como prioritaria. Fuentes del partido señalan al TOT que lo menos perjudicial sería votar su propio candidato y que Trias fuera alcalde de forma automática.
Pero hay una posibilidad, retorcida sin ningún tipo de duda, pero real. Esta posibilidad es aritméticamente posible, pero políticamente muy retorcida por los costes que tendría a ambos lados. Y es que VOX vote el candidato del PSC por sorpresa. Este escenario pasaría porque el candidato del PSC se presentara a la investidura teniendo asegurado solo el voto de los Comunes, pero no del PP. En este caso, los partidos de Collboni y Coláis sumarían solo 19 regidores, justamente a 2 de la mayoría absoluta fijada en 21 regidores. Y como que el voto es libre, si los dos regidores de la extrema derecha de VOX decidieran que prefieren un alcalde constitucionalista antes de que uno de independentista, estos dos votos otorgarían la vara de alcalde al candidato del PSC y no a Xavier Trias. Nadie contaba con que la derecha de Manuel Valls invistiera alcaldesa Ada Colau. Y pasó.
La operación Collboni, un éxito a medias
Sea como fuere, la segunda posición confirmada de Jaume Collboni también tiene una lectura clara: ha ganado la guerra con su hasta hace poco socia de gobierno -todavía del PSC, que no ha salido del gobierno a pesar de que el primer teniente de alcalde dejara el cargo con la intención de prepararse con libertad la candidatura para batir Ada Colau- pero no ha sido lo más votado, como muchas encuestas apuntaban. Por lo tanto, éxito a medias del candidato socialista, que a pesar de todo, no tira la toalla.
