La llegada de la primavera y el buen tiempo están dejando desde hace unas semanas imágenes de aglomeraciones de turistas en varios puntos icónicos de Barcelona como la Rambla, la Sagrada Familia o la Barceloneta. Estas avalanchas de visitantes, sin embargo, también se hacen patentes en otras zonas no estrictamente turísticas como los barrios del Carmel y de Vallcarca por su proximidad a los búnkeres y al Park Güell, dos espacios que se han convertido en puntos masivos de atracción turística.
En el caso de Vallcarca, los vecinos hace tiempo que denuncian los efectos que está teniendo el turismo en el barrio, una de las vías de acceso principales al mundialmente conocido recinto ideado por el arquitecto Antonio Gaudí. Precisamente, la Associació Veïnal Som Barri de Vallcarca ha compartido este fin de semana unas imágenes donde se puede ver a riadas de gente colapsando alguna de las estrechas calles de la zona como el passatge de la Farigola, una pequeña vía donde apenas caben tres personas de lado a lado que conecta las calles de la Farigola y de la Verge Maria del Coll.
Bloqueo en uno de los accesos principales
Esta especie de embudo no solo está generado por el repunte del turismo y la llegada del buen tiempo, sino que también cuenta con la problemática añadida de la imposibilidad de acceder al Park Güell por uno de las calles habituales como es el de la baixada de la Glòria, que actualmente está en obras porque se están renovando dos escalas mecánicas con un largo historial de deficiencias. Todo esto se ha traducido en una dispersión de los visitantes que quieren acceder en el espacio, que buscan alternativas para poder encarar el empinado recorrido por las calles del barrio vecino de Vallcarca.
«Las escalerillas del passatge de la Farigola saturadas como nunca. El turismo es el fenómeno más objetivamente negativo y tóxico que sufrimos en los barrios. Esto es insufrible«, aseguran desde la asociación a través de una publicación en las redes sociales que ha tenido bastante repercusión y comparticiones.
