Un fuerte despliegue policial no impidió la semana pasada la celebración de dos fiestas ilegales en los búnkeres del Carmel, que tuvieron que parar los mismos vecinos. Y es que a pesar de que la Guardia Urbana de Barcelona había conseguido impedir inicialmente la celebración de este acontecimiento al atardecer, pero, una vez los efectivos se retiraron de la zona, la música electrónica se apoderó de los búnkeres del Carmel. Ahora, una semana después, se estrena un dispositivo policial de control de acceso con una docena de agentes que tiene que servir por, esta vez, blindar el espacio e impedir la celebración de fiestas nocturnas.
Controles policiales de acceso
Desde las 17h y hasta las 2 de la madrugada, los agentes prohíben la entrada a cualquier vehículo que sea no tenga que acceder a una vivienda concreto o sea vecino del barrio. Esto también incluye los taxis y el autobús. En cambio, sí que se puede acceder a pie. Un hecho que habrá que ver si acaba desembocando en nuevas olas de gente a los búnkeres esta noche. Un dispositivo que también pretende calmar los ánimos de los vecinos, que hace tiempos que denuncian estas fiestas y que, además, ven peligra el patrimonio de los búnkeres. La de la semana pasada fue la cuarta semana consecutiva que se celebraba una fiesta en los búnkeres convocada a través de las redes sociales.
Vallas contra el incivismo
El Ayuntamiento empezó a implantar hace unas semanas el proyecto de cierre del espacio durante las noches. La medida persigue el objetivo de reducir las molestias de incivismo y de los botellones que se producen por las noches y otros momentos del día, como esta tarde. El cierre del espacio, se tenía que producir durante el verano del 2021, pero problemas con el suministro de materiales obligaron a repetir la licitación de los trabajos. Todo este proceso acabó encareciendo el coste final. Inicialmente, era de 900.000 euros y, finalmente, se cerró con un presupuesto de aproximadamente 1,6 millones de euros.