Las fiestas ilegales se han convertido en el pan de cada día de los vecinos del Cerro de la Rovira. Las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Barcelona, como el control de acceso a los búnkeres del Carmel o el aumento de la presencia policial en la zona no están consiguiendo parar esta actividad, que provoca unas molestias y un ruido incompatibles con el descanso de los barceloneses que residen en esta parte del distrito de Horta-Guinardó.
Con el objetivo de abordar de raíz esta problemática, el grupo municipal de ERC ha presentado este lunes un plan de choque para erradicar estas fiestas ilegales en el espacio de las antiguas baterías antiaéreas y acabar con la masificación turística de la zona. Las medidas que proponen los republicanos son la realización de un control de acceso efectivo en el Carmel y Can Baró hasta muy entrada la noche, hacer controles preventivos, mejorar la gestión del transporte público, aumentar los efectivos de limpieza y contactar con los operadores turísticos para evitar la promoción de los búnkeres como espacio de fiestas.
«El gobierno municipal dice que ha tomado varias medidas que tenían que tener algún efecto positivo para solucionar el problema, pero no ha sido así», ha apuntado este lunes en una rueda de prensa el portavoz del grupo municipal de ERC, Jordi Coronas, que considera que las actuaciones impulsadas por el ejecutivo liderado por la alcaldesa Ada Colau han «fracasado».
Unas obras de cierre sin consenso vecinal
En la misma comparecencia, Coronas ha recordado que su formación ya presentó el pasado mes de julio una proposición al distrito de Horta-Guinardó por parar las obras del cierre perimetral de las baterías antiaéreas, una iniciativa que acumula un sobrecoste de casi 700.000 euros y que no acaba de convencer a los afectados, que temen que el cierre sirva para reactivar el polémico proyecto del parque de los Tres Turons. «Muchos vecinos y vecinas no lo entienden ni lo comparten, porque dicen que no solucionará el problema o porque creen que es una privatización del espacio público», ha insistido el portavoz republicano.
