El Ayuntamiento de Barcelona ha otorgado, por unanimidad, la Medalla de Oro al Mérito Cívico a Joan Bayén, Juanito del bar Pinotxo de la Boqueria. Todos los grupos políticos han tenido palabras de agradecimiento a una persona carismática que se situó durante más de 70 años al frente de una de las primeras paradas del mercado. De hecho, el trato afable y la buena imagen que le daba a la Boqueria y Barcelona son dos de los argumentos del Ayuntamiento para darle este reconocimiento a título póstumo.
Uno de los regidores que mejor ha explicado el legado que deja Pinotxo es Ernest Maragall. El republicano ha destacado que Juanito «era más en Geppetto que Pinocho, él era el carpintero y Barcelona su objeto animado», ha dicho. Por otro lado, el consistorio también ha premiado, en el último plenario del mandato, a la ginecóloga Elena Carreras, la periodista Julia Otero, la socióloga Marina Subirats, Aura Fundación y la Federación de Ateneos de Cataluña.
El legado de ‘Pinotxo’
Joan Bayén murió el pasado 10 de abril en la edad de 89 años. Bayén estuvo detrás la barra nada más y nada menos que 75 años, desde los 14 años. De hecho, cuando Juanito se jubiló en diciembre, el mercado ya lo consideró como una gran pérdida, porque, en palabras del gerente de la Boqueria, ‘Juanito’ era un ejemplo del «peso humano de caras conocidas, como el Petràs, o como continúa siendo el Soley, que está perdiendo la Boqueria». Decenas de personas se acercaron, días después, al homenaje que le hizo el mercado.
Semanas antes de su muerte, Joan Bayén entró en disputa con su sobrino por el traspaso del local. Su despacho de abogados publicó un comunicado explicando el acoso que sufrió el propietario hasta sus últimos días a la Boqueria.
