«Desokupa», la empresa privada de desocupaciones y desahucios de viviendas que ha acontecido uno de los protagonistas sociales de la extrema derecha no se puede quejar, ni mucho menos, del trato que le dispensa la policía. Así lo acredita una respuesta parlamentaria, firmada por el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, a preguntas del diputado de la CUP, portavoz del ramo, Xavier Pellicer. En concreto, es una respuesta al informe del departamento sobre las manifestaciones convocadas por plataformas antifascistas el pasado mes de mayo, en plena campaña electoral de las municipales, coincidiendo con los desalojos judiciales de los edificios ocupados El Kubo y la Ruina, al barrio de Sant Gervasi – la Bonanova.
Según los datos aportados por Interior, los Mossos d’Esquadra identificaron un total de 132 personas, ocho antes de la manifestación, y 124 durante «la contención de la manifestación antifascista». Es decir, todas entre los concentrados antifascistas. De hecho, los Mossos aseguran que en la manifestación encabezada por Desokupa «no fue necesario ni siquiera grabar imágenes, dado que no se produjo ningún incidente relevante durante su desarrollo». En cambio, en el documento librado en el Parlamento, el consejero acusa la manifestación antifascista de servir de «parapeto» para las personas que lanzaban objetos y para esconder estos objetos.
Así mismo, el día siguiente a las manifestaciones, Interior certificaba que la empresa Desokupa no habría recibido ninguna denuncia por intrusismo profesional en materia de seguridad privada, «ni por otras posibles infracciones administrativas tipificadas en la normativa reguladora de la seguridad privada». Daniel Esteve, el líder de la empresa que, incluso, se paseaba por las manifestaciones en la calle Ferraz de Madrid, contra el acuerdo de investidura de Pedro Sánchez, es hoy por hoy, apoderado o administración de cinco empresas relacionadas con Desokupa, la última dedicada a tatuajes «sin dolor». Las empresas de Desokupa pueden estar relativamente tranquilas.

Recursos de la policía, por los antifascistas
Precisamente, Barcelona ha sido uno de los escenarios de la puesta en escena de Desokupa y sus formas como empresa representando desacomplexadament por una opción política concreta, como la extrema derecha. Posteriormente, la empresa y su líder, Esteve, ha sido una de las estrellas de las manifestaciones de Ferraz. Ahora bien, la gran fama le saltó en Cataluña y fortaleció su presencia en las redes y a los medios de comunicación, cuando el Ayuntamiento de Premià de Mar, en manos de Juntos, los contrató como asesores contra las ocupaciones. Y volvieron a saltar a la palestra a raíz de las manifestaciones contra los desalojos del Kubo y La Ruina.
Según la minuta de los Mossos que recoge el departamento de Interior, en estas convocatorias participaron hasta siete unidades de la policía catalana, además de la Guardia Urbana. En concreto, participaron la Unidad Regional de Reacción y Dispositivos, el Grupo Regional de Seguridad Ciudadana, el Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) de Barcelona, el Área de Seguridad del Transporte Metropolitano, la Brigada Móvil -la unidad de élite de orden público de los Mossos- el Área de Mediación y 34 efectivos de la Comisaría General de Información de la policía catalana. La Guardia Urbana de la ciudad fue la encargada de la regulación del tráfico a medida que avanzaban las manifestaciones.

Ningún problema con Desokupa
Según el informe de Interior, «en el transcurso de la manifestación convocada por plataformas antifascistas se produjeron incidentes diversos, como lanzamiento de objetos y agresiones a la línea policial». En este contexto es cuando la policía tuvo que actuar por «megafonía» con «el objetivo de pedir la dejación de estas acciones». Pero a la vista de la evolución de los hechos, el Centro de Coordinación de los Mossos de aquel día transmitió » instrucciones para que los equipos de orden público identificaran los responsables de los lanzamientos». Una acción que Interior estimó » necesaria» para la «prevención de la comisión de delitos». Así se autorizó el Grupo de Obtención y Seguro de la Prueba (GOAP) de la Brimo a grabar los hechos y se informó la Dirección General de la Seguridad encargada de denunciar y tramitar las sanciones en aplicación de la ley mordaza.
En cambio, Interior remarca que «la manifestación encabezada por la empresa Desokupa no fue necesario grabar imágenes, dado que no se produjo ningún incidente relevante durante su desarrollo». En esta línea, Mossos confirma que identificaron ocho personas antes y 124 durante el transcurso de la manifestación antifascista. Es decir, que la policía catalana grabó e identificar solo personas y hechos relacionados con la convocatoria de las plataformas antifascistas.

Asesoramiento inmobiliario y tatuajes… A que se dedica oficialmente Desokupa?
Lejos de los rumores que corrían, Interior confirmó el día siguiente a las manifestaciones que la Dirección General de la Administración de la Seguridad no tiene ninguna denuncia por intrusismo profesional contra Desokupa ni por vulneración de la normativa de seguridad privada. De hecho, Desokupa actúa como un gran entramado de sociedades limitadas lideradas por Esteve, que mantiene cinco cargos activos -como apoderado o administrador único- en diferentes empresas del grupo según se desprende del Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME).
En todo caso, el 6 de junio de 2019, la consellería de Interior informó que la empresa Conciencia y respeto 1970, SL, la sociedad principal de Desokupa, tenía por objeto social servicios auxiliares de la propiedad y explotación inmobiliaria; administración de fincas; servicios auxiliares de metal, construcción, industria, jardinería, electroacústica o domótica; diseño, construcción, mantenimiento y explotación de instalaciones deportivas; representación de artistas y relaciones públicas; y la construcción y reforma inmobiliaria. Ahora bien, según Interior, “no consta que esta empresa disponga de autorización para prestar ningún servicio correspondiente a cualquier de las actividades de seguridad privada que enumera el artículo 5.1 de la ley 5/2014, de 4 de abril de seguridad privada”.
De hecho, el nombre de Desokupa o alguna de sus empresas relacionadas no aparecen al listado de empresas registradas de Seguridad Privada al departamento de Interior, actualizada el 1 de enero de 2024. Únicamente, Granham Desokupa, SL, domiciliada a Las Palmas (Islas Canarias) con el objeto social «de asesoramiento, la mediación, la gestión de impagos, el desalojo, la limpieza, el mantenimiento, el arrendamiento de edificios residenciales e industriales, servicios de vigilancia y guarda privados incluyendo la portería así como servicios relacionados en la propiedad inmobiliaria». De gorjeada, también la sociedad Ama Desokupa Express, SL, con sede en Granada (Andalucía) y dedicada a «la mediación o intermediación en el asesoramiento jurídico y técnico relacionados con el control de acceso a edificios o partes». En cambio, Brigada Desokupa, SL, constituida a Madrid el pasado mas de agosto, ya no tiene como código de actividad ni la vigilancia, sino únicamente «la gestión y administración de la propiedad inmobiliarias, negociaciones extrajudiciales, limpieza y reforma integral de viviendas y locales«. O bien Desokupa Norte, con sede en Cantabria y constituida el 2020, dedicada a la administración de fincas igual que «Desokupa Demolition, SL«, con sede a Madrid.
Según los datos oficiales del Registro Mercantil, Esteve es administrador de Desokupa Manda, SL, desde el 25 de mayo de 2023, «de arrendamiento de la propiedad intelectual y productos similares»; de Brownie Real State, SL, constituida el 1 de junio de 2017 dedicada a la compraventa y gestión de fincas urbanas y rústicas; de Conciencia y Respeto 1970, SL, constituida el agosto de 2016 y se dedica oficialmente a servicios oficiales de la propiedad y explotación inmobiliaria. Fuera de la cuestión inmobiliaria Esteve administra Virentia Prosperity, SL, desde el pasado 7 de diciembre. Una empresa dedicada a los tatuajes sin dolor y Newton Innova dedicada a la hostelería y constituida el 2010.
