El primer convoy de la serie 7000 ya circula por la línea L3 del metro. Este lunes al mediodía se ha estrenado de manera oficial este primer ejemplar de los 26 que se incorporarán en la red en los próximos meses, completando de este modo la renovación del parque de vehículos y eliminando aquellos que todavía contienen componentes con amianto. La presentación en sociedad del flamante tren ha llegado casi un año más tarde de lo previsto a causa de varios problemas con el suministro de materiales y en medio de la polémica por la retirada de cables de los túneles, una actuación extraordinaria que ha permitido que los vehículos pasen por la red sin rozar las paredes, tal como sí que pasaba durante los primeros meses de pruebas.
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En este breve recorrido ya se ha podido constatar que el nuevo modelo de tren es ligeramente más rápido que el anterior, además de contar con un diseño mucho más moderno y de incorporar varias innovaciones, sobre todo en clave accesibilidad. Entre las más destacables, las pantallas electrónicas donde se muestra en qué punto del recorrido se encuentra el convoy o asientos reservados para personas con movilidad reducida, que se encuentran ubicados en cada uno de los extremos del vehículo.

Incorporación progresiva hasta junio del 2024
«La Barcelona del metro funciona, no siempre todo lo bien que querríamos, pero queremos que sea todavía más fiable, eficiente y accesible», ha asegurado la presidenta de TMB, Laia Bonet, que ha destacado que se trata de la compra de material móvil «más importante de toda la historia» de la compañía. Bonet ha explicado que actualmente cuentan con cuatro de los nuevos trenes y que la previsión es que estos se vayan incorporando progresivamente a la red hasta completar el relevo de toda la flota antigua de cara al mes de junio del 2024.
En este sentido, desde Alstom han asegurado que ya tienen el 75% de los flamantes vehículos prácticamente terminados y que al menos diez de los convoyes ya están en las últimas fases de validación, de forma que serán entregados a TMB en las próximas semanas. Hay que recordar que el contrato entre ambas compañías se selló en octubre del 2019 por un valor de cerca de 318,85 millones de euros y que el retraso de casi un año en la entrega de los vehículos está provocado -siempre según la versión oficial- por varios problemas de suministro de materiales.

Según ha detallado el conseller de Territori, Juli Fernàndez, la Generalitat aportará del total del coste de la renovación de la flota hasta 185 millones de euros, que provienen de las arcas catalanas y de fondos europeos.
Problemas habituales con los gálibos del tren y los túneles
En cuanto a la polémica por la retirada de diferentes elementos de las vías para garantizar que los trenes pueden pasar por los túneles de la red del subsuelo barcelonés sin rozar las paredes, el director de Metro, Òscar Playà, ha remarcado que los nuevos trenes no han tenido problemas más allá de los «normales y habituales» en estos procesos y ha asegurado que la fase de pruebas se hace precisamente por eso, puesto que tanto los gálibos del convoy como de los túneles son dinámicos y pueden variar en función de diferentes factores. «Los trenes funcionan perfectamente, entran perfectamente por los túneles y no tienen ningún problema más», ha insistido Playà.
