En mayo de 2022 la red de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) tenía que estrenar nuevos convoyes de metro. Los trenes de la serie 7000, diseñados con los estándares más elevados de digitalización, sostenibilidad y accesibilidad, tenían que sustituir a los de las series 2000 y 3000 que todavía dan servicio a la línea 3. A finales de junio tenía que llegar también la primera unidad de Alstom para la línea 1, y a partir de entonces, cada mes la compañía fabricante entregaría dos trenes más a cada una de las líneas. Y así hasta retirar los 48 trenes de las series 2000 (6), 3000 (18) y 4000 (24), los más antiguos del parque móvil del metro. “Se acelera así un proceso de renovación que aumentará la fiabilidad del servicio y eliminará la presencia de amianto en el material móvil de la red“, se felicitaba entonces TMB. Pero los trenes no han llegado.
Pandemia y guerra, razones del retraso
TMB ha explicado a TOT Barcelona que el retraso en la circulación de estos nuevos convoyes no se debe a causas técnicas, sino a la «coyuntura internacional», que ha retrasado las entregas de Alstom. «El contrato se firmó en 2019, pero la coyuntura internacional posterior a la firma del contrato, tanto por la pandemia como por la guerra a Europa, han afectado al mercado de los materiales, componentes eléctricos y toda la cadena de suministro, afectando el calendario de entregas», detallan fuentes de TMB. Cuando se anunció la operación, en marzo de 2022, TMB cifró la compra a Alstom en 318,85 millones de euros por un total de 50 convoyes, que se tienen que fabricar a la planta que la compañía tiene a Santa Perpètua de Mogoda.
Ahora bien, las pruebas de verificación de la compatibilidad electromagnética y la medición del ruido tanto interno como externo ya se hicieron y todo está a punto para cuando se pueda hacer el estreno oficial, que TMB estima que puede ser «en las próximas semanas».
