Los vecinos de la Casa Orsola han vuelto este miércoles por la mañana a la Ciutat de la Justícia para acompañar a Tono Hernández, el segundo de los inquilinos de este edificio centenario -ubicado en el cruce entre las calles de Consell de Cent i de Calàbria- que tiene que responder ante la justicia. Este segundo juicio ha servido para reafirmar un enrocamiento en las posiciones, tanto de la propiedad como de los afectados, que se niegan a tener que abandonar sus hogares y que se muestran decididos a resistir hasta el final.
En una vista especialmente rápida que no se ha alargado más de 20 minutos, el caso de este vecino ha quedado visto para sentencia con casi las mismas condiciones que el de Josep Torrent, el primero de los inquilinos del edificio que fue a juicio el pasado 9 de enero. Si no se presentan alegaciones, el proceso judicial tendría que concluir a mediados del mes de marzo, cuando se fije una fecha para el desahucio.
Hace cerca de 10 años que Hernández vive en una de las dos fincas en que se divide la Casa Orsola y fue uno de los primeros inquilinos a recibir la notificación de la propiedad -el fondo Lioness Inversiones SL- donde se le comunicaba, hace casi un año, que no le renovarían el contrato. Después de conseguir una prórroga extraordinaria de seis meses por el estallido de la pandemia del coronavirus, su contrato venció el pasado mas de julio. A pesar de la negativa de la propiedad a renovar la vinculación, tanto él como Torrent han seguido desde entonces pagando puntualmente el alquiler a través de giros postales.
Negociaciones en punto «muerto»
Des de la Xarxa d’Habitatge de l’Esquerra del Eixample y el Sindicat de Llogaters consideran que este juicio no tiene «ningún validez» y reclaman a la propiedad que se siente a negociar para renovar los contratos de alquileres vencidos, una vía que de momento se encuentra en punto «muerto». Hay que recordar que el desahucio de Torrent, que estaba fijado para el pasado 14 de febrero, se acabó suspendiendo temporalmente por el poco margen de tiempo que había entre la sentencia judicial y la fecha de lanzamiento.
