El túnel de la plaza Espanya quedará cortado durante 10 días de abril

Hace unas semanas se supo que los trabajos por ampliar la Línea 8 de los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC) provocarán afectaciones en el tráfico del túnel que cruza la plaza de Espanya de Barcelona. Este lunes el Departamento de Territori de la Generalitat ha concretado en una nota de prensa cuando se producirán exactamente estas afectaciones. Entre el 1 y el 10 de abril se cerrará el tramo del túnel de la Gran Via que se encuentra entre las calles de Mèxic y Llançà sentido Besòs. Con los datos escogidos, alrededor de Semana Santa, cuando hay menos tráfico en la ciudad, Territorio quiere que esta afectación repercuta el mínimo posible a la ciudadanía.

Esta parte del túnel quedará cerrada a partir de las 6 horas del 1 de abril y se reabrirá el 10 de abril a las 14 horas. A los vehículos que utilitzan esta arteria de la ciudad, Territorio recomienda escoger un camino alternativo y usar las Rondas. También habrá restricciones de tráfico a la Gran Via, a partir de la plaza Cerdà, porque solo se podrá cruzar la plaza a través del lateral.

En cuanto a los trabajos previos del perllongament del L8, que permitirá conectar las líneas Llobregat-Anoia y Vallès de los Ferrocarriles, hay que recordar que empezaron el pasado mas de julio y que su presupuesto es de 6,5 millones de euros.

El cierre del parque de Joan Miró

Otra afectación importante de las obras de la Línea 8 se podría producir al parque de Joan Miró. Los integrantes de la plataforma Salvemos el Parque Joan Miró continúan en pie de guerra para evitar que los trabajos priven al vecindario de una parte del parque más grande del barrio del Esquerra del Eixample. Tal como explicó hace unos días al TOT Barcelona el vocal de Urbanismo de la Asociación de Vecinos del Esquerra del Eixample, Xavier Riu, han convocado una manifestación por el próximo 29 de marzo por rechazar que el parque se convierta en la zona logística de explotación de la tuneladora que tiene que perforar el túnel. “Hemos hecho unas pequeñas pancartas que las venderemos a pie de coste porque los vecinos las cuelguen a los balcones. Han ido por la vía fácil y creemos que es posible minimizar los daños y buscar alternativas menos lesivas”, defendió Riu.

Si este acaba siendo el destino del parque, indicó Riu, las consecuencias serán diversas. Una parte quedará cerrada al público durante años, los vecinos convivirán con el polvo y el ruido que generará la maquinaria de las obras y se talarán árboles. Concretamente, avisa, supondrá la tala de 178 árboles, 41 de los cuales se guardarían en un vivero para replantar cuando acaben las obras.