Un informe del centro de acogida ASSIS dictamina que seis de cada diez mujeres que están sin hogar manifiestan haber sufrido algún tipo de violencia en 2022, un dato que se incrementa un 14% respecto a los recogidos en 2021. Prácticamente todas -un 97%- han sufrido violencia psicológica; un 67%, física; y un 61%, sexual. Desde la asociación, además, destacan el hecho que prácticamente la mitad de estas violencias son perpetradas por personas que no están en la misma situación de estas personas, un hecho que indica la vulnerabilidad a la que están expuestas.
Las mujeres sin techo han sufrido a la vez más violencia que los hombres. Según datos de ASSIS, un 58% de las mujeres han sufrido acoso e intimidación en la calle. En el caso de los hombres la cifra continúa siendo alta, pero no llega a los niveles de sufrimiento de las mujeres. En este caso, un 49% han manifestado haber sufrido este tipo de discriminación. En cuanto a las agresiones físicas, un 54% de las mujeres han sido afectadas, frente al 41% de los hombres. Y la agresión sexual afecta el 25% de las mujeres y es inexistente en el caso de los hombres.
«Las mujeres sin hogar estan invisibilizadas»
Para la responsable de Mujeres Con Hogar de ASSIS, Elena Sala, estos datos demuestran que «las mujers sin hogar todavía están muy invisibilizadas». Y pone un ejemplo: «El pasado mas de octubre el INE publicó la encuesta de personas sin hogar 2022 y el titular era que las personas sin techo habían incrementado en el Estado un 24,5% respecto a 2012, pero nadie ha hecho una lectura con perspectiva de género poniendo el foco en que, según la misma encuesta, en el caso de las mujeres se ha incrementado 147% en los últimos 10 años».
«Lo que no se mira, no se ve»
En esta línea se pronunciaba hace meses la misma Elena Sala en uno reportaje sobre personas sin techo del TOT Barcelona. «Lo que no se mira, no se ve», afirmaba entonces Sala. Laia Vila, trabajadora de la Fundación Arrels, comparte en este reportaje la misma diagnosis y llega a afirmar que «la mujer -culturalmente- ha nacido para cuidar y, por lo tanto, para aguantar», un hecho que la hace resistir y provoca que haya «mujeres en casas que están en peores condiciones que algunos hombres de la calle«. Las dos manifiestan que hay muchas mujeres que no están siendo contabilizadas en los registros por este motivo.
