Barcelona se ha convertido este 2023 en el año de los récords meteorológicos. Abril ha superado todas las expectativas y el Observatorio Fabra ha registrado las temperaturas más altas desde 1914 en un mes de abril. Y a las puertas del verano, que empezará el 21 de junio, la previsión de la máxima autoridad meteorológica del Estado, la AEMET, nos avisa que tendremos un verano de récord, muy caluroso y con tormentas «más abundantes que otros veranos», después de la primavera más cálida en los últimos 62 años. El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Rubén del Campo, ha explicado que las probabilidades apuntan también a un verano «tormentoso».
Más calor y tormentas
«No podemos saber todavía si será más caluroso que el verano del año pasado, pero podría situarse entre los 5 más cálidos de los últimos 30 años», prevé la AEMET. Respecto a las lluvias, la precipitación estará entre un 40 o un 50 % por encima de la media para esta época, pero en todo caso, no serán tan abundantes como para paliar situaciones de sequía meteorológica. «Habrá que esperar a otoño para ver como evoluciona la situación de escasez de agua», ha apuntado la Agencia Meteorológica.
Veranos más largos
Este verano durará 93 días y 16 h, hasta el 23 de septiembre. Pero si nos fijamos en las temperaturas, el verano es cada vez más largo. La Agencia Estatal de Meteorología alerta que los veranos se han ido calentando desde los años 80, con olas de calor cada vez más comunes e intensas. Se ha demostrado que los veranos son cada vez más largos: duran cinco semanas más y aumentan un ritmo de nuevo días por década. Todo ello tiene efectos directos en el entorno, porque los veranos más calientes causan un riesgo más alto de incendios forestales, sequías y problemas de salud asociados al calor, como insolaciones y deshidratación. De hecho, estamos viviendo una de las peores sequías en todo el Estado desde 1970.
A modo de ejemplo, en agosto del 2022 se superaron los 35 grados de temperatura en Barcelona ciudad, una cifra que este verano podría superarse. Y por supuesto, viviremos muchas noches tórridas.

