Hace dos años, Plataforma per la Llengua denunció que la marca de cerveza Moritz pasaba a hacer las visitas en su fábrica en castellano en caso de que un visitante lo pidiera. La polémica empezó por un tuit de un usuario que preguntaba cuándo se hacían las visitas en catalán. La respuesta de la marca fue clara: «Normalmente las hacemos en catalán, pero si alguien de los asistentes no lo entiende, se cambia al castellano».
Plataforma per la Llengua considera que este hecho «perjudica claramente la lengua catalana» porque provoca que la mayoría de visitas se acaben haciendo en castellano. De esta forma, la entidad considera que «no especificar la lengua en que se hacen las visitas y cambiarla si solo una persona lo pide implica dejar los catalanoparlantes en una posición de indefensión que vulneraba sus derechos». Este motivo los llevó a pedir a Moritz un cambio que, a priori, se hizo efectivo.
Ha cambiado la situación?
Lo que pide Plataforma per la Llengua es que se especifique en la web el horario de cada visita con el idioma peritnente, tal como hacen otras compañías como Estrella Damm. Hace dos años se llegó a un acuerdo con la marca. Según la entidad de defensa del catalán, Moritz se había dado cuenta «de que la ausencia de un protocolo lingüístico claro va en detrimento de los derechos de los catalanoparlantes» y que se corrigiera «la vulneración». Pero ahora han vuelto las críticas.
Plataforma per la Llengua lamenta un nuevo cambio de posición de la marca después de que esta les asegurara la última vez que «si alguien quería visitas en otra lengua [que no fuera la catalana], lo tendría que indicar expresamente en un correo electrónico». A pesar de ello, la entidad avisa que reciben «nuevas quejas de personas que hacen la visita guiada a la fábrica Moritz y se cambia al castellano cuando una sola persona lo pide» y reclama un cambio a la compañía.
