Moverse en un autobús de la Línea V19 una tarde de verano no es una experiencia para repetir. Solo subir en la parada de Plaza Tetuan – passeig de Sant Joan se puede ver que está atestado. Hay tanta gente que no se nota el aire acondicionado, y no hay otra opción que abrir las ventanas. Todavía quedan 14 paradas para llegar a carretera del Carmel – Mühlberg, donde bajan los vecinos de la zona y también todos los turistas que van a visitar uno de los escenarios con más fotos de postal de la ciudad: los búnquers del Carmel. 

Esta es la situación con la cual se encuentran muchos vecinos cuando vuelven a casa después de trabajar o de estudiar con autobuses saturados de pasajeros porque pasan por diferentes atractivos turísticos, como son los mismos búnquers y el Park Güell. Es cierto que el calor intenso y las ganas de estar en la playa han hecho que el panorama sea bastante mejor entre semana que los fines de semana y que hace unas semanas, cuando las temperaturas eran más primaverales. Desde el Consell Veïnal del Turó de la Rovira, avisan al TOT Barcelona, pero, que continúa siendo «insoportable» en varias líneas de autobús como la 22, la 24 o la V19. “A veces no pueden subir pasajeros que van en silla de ruedas”, explica David Mir, un integrante de la entidad vecinal.

Pleno desde plaza de Cataluña

En el barrio de la Salut —distrito de Gràcia— se vive una situación similar. La María Solanas, miembro de la plataforma vecinal Recuperam la Salut, habla al TOT de los problemas que hay con la línea 24, que sale de plaza Catalunya, donde “ya hay el problema” porque muchos turistas lo cogen allí. “A veces es imposible subir en plaza de Catalunya porque ya está lleno”, dice y, a continuación, también destaca los problemas del V19. “Hay gente que ha llegado a esperar tres autobuses en la plaza de Tetuan sin que el conductor se parara porque estaba lleno de gente. Otros hemos llegado a esperar 40 minutos”, añade. Entre estas palabras de indignación, quiere dejar claro que el día a día que tienen que vivir muchos vecinos no es culpa de los turistas, pero insiste que no se les puede privar de un “servicio básico”. “Cuando atracan los cruceros, por ejemplo, es horrible. Los cruceristas vienen sin entrada y se hacen una foto a las puertas del parque y vuelven a marchar”, avisa. 

La línea de BUZO 24, de Pl Cataluña al Park Güell, casi en exclusiva para los turistas. gentrificación, turismo
Hay vecinos que han llegado a perder hasta tres autobuses porque iban llenos / Jordi Play

La opinión de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) es bastante diferente a la de estos vecinos. Por una parte, reconoce al TOT que en los últimos meses la demanda ha crecido a las líneas que van al Park Güell. Ante esto, indican, se han reforzado la frecuencia de las líneas 24 con un vehículo y V19 con nueve vehículos. “Hay que recordar que esta línea también se ve afectada por los cortes del L4 de metro”, subrayan.

Más allá de la carencia de espacio, la gran cantidad de turistas que hay en estos autobuses supone también que haya carteristas. De este modo lo asegura Mir, que dice que a la Línea 24 «es un clásico, y también Solanas, que afirma que, incluso, hay carteristas a la cola del Park Güell. «Encima tienes que estar pendiente que no te toque a ti». Esta realidad la confirma al TOT un conductor de la V19, quien también asegura que cada día suben al autobús carteristas a robar. “Solo hoy he visto cuatro. Cada vez que los veo alerto a los pasajeros exclamando: ‘¡Pickpockets —carteristas—!’”. 

«El bus es para los vecinos»

Al llegar al barrio del Carmel, es fácil ver algunos turistas subiendo bajo el sol por sus calles empinadas. También se ven algunos vecinos, que admiten al TOT que los autobuses van saturados de gente los fines de semana y que ahora hay menos masificación turística que en la primavera, cuando se hicieron fiestas con DJs en los búnquers y la Guardia Urbana llegó a desalojar más de un millar de personas. La crispación que todo ello genera se ve fácilmente a la parte más próxima a los búnquers, donde dos pancartas dicen: “El bus 119 es para los vecinos” y “Stop botellones, stop ruido”.

La línea de BUZO 24, de Pl Cataluña al Park Güell, casi en exclusiva para los turistas.
Esta masificación turística también atrae carteristas a los autobuses / Jordi Play

En acotar el foco del problema y conocer casos concretos, estas reivindicaciones también se ven reflejadas. Uno de ellos es el de la Taga Garcia, una estudiante de 17 años que ha convivido durante todo el curso escolar con la masificación turística del V19 a la hora de ir al instituto. Tal como comparte con el TOT, ella lo cogía en el barrio de la Salut en dirección el Carmel y, a veces, ni siquiera podía subir porque los vehículos iban llenos. “No se podría entrar y, por lo tanto, tenía que esperar el siguiente y llegar tarde”, recuerda. 

Por su parte, Mir insiste en traer al presente un caso que se produjo el domingo 16 de julio, que retrata como la situación puede llegar a ser conflictiva. El escenario también fue el V19 y los protagonistas 10 turistas que entraron por las puertas de atrás sin pagar. Cuando algunos pasajeros y la conductora les pidieron que entraran por delante y pagaran el billete, su respuesta fue reír del nivel de inglés de la conductora. Después se pusieron a cantar una canción en croata que solo entendían ellos. Según Mir, los vecinos se han podido enterar de que el significado de la letra era muy despectivo. «La respuesta violenta va creciendo por parte de algunos», avisa.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa