En las últimas semanas, la afluencia de los pisos turísticos ha despertado cierto interés público fruto de la denuncia de diferentes vecinos que aseguran que se les está echando para poder instalar alojamiento de estas características. A pesar de que en Barcelona están regulados, en las últimas semanas han salido casos como el de la calle Tarragona, donde la propiedad encontró una rendija legal para poder transformar las viviendas en apartamentos turísticos. El sindicato de vivienda del Poble-sec también denunció un caso similar en medio de la campaña electoral.
El Ayuntamiento de Barcelona ha regulado esta actividad económica durante el último mandato. De hecho, según datos del Instituto Nacional de Estadística, de los 14.728 apartamentos registrados en febrero de 2021 se ha pasado a los 7.509 del mismo mes de 2023. En todo caso, todavía hay unos cuántos que actúan sin licencia y que preocupan, sobre todo, porque hacen más grande la economía sumergida de Barcelona. El mismo Ayuntamiento explica a los turistas esta realidad en la web ‘Meet Barcelona’ y les alerta de que pierden «todos los derechos de reclamación respecto de cualquier incidente» si están en uno de ellos.
¿Cómo sospechar de un piso ilegal?
El Ayuntamiento da unas cuántas claves que pueden servir para orientar a los turistas (y vecinos) y detectar si un inmueble es legal o no. En este sentido, apunta que el piso tiene que estar «en perfecto estado de higiene, amueblado y tiene que contener todos los enseres necesarios para habitar». Además, en el interior de la vivienda tiene que haber «un cartel» con el número de inventario de registro turístico de Cataluña (NIRTC). Por otro lado, también se apunta que los inmuebles turísticos disponen de un teléfono 24 h para resolver incidencias.
La web municipal también pide estar alerta en como actúan los propietarios, puesto que se dan casos en que «en el contrato aparece otra gente que no se aloja contigo» y propietarios que piden «no abrir la puerta si viene un inspector» o piden que «digas que el piso te lo ha dejado un amigo».
¿Qué pasa si denuncio un caso?
Por otro lado, ante la tentativa de no denunciar por no quedarte sin alojamiento, el Ayuntamiento deja claro que el procedimiento para precintar un piso turístico ilegal «se alarga en el tiempo y puede tardar varios meses». Por lo tanto, se pide a los inquilinos que no duden en dar el paso. Por último, si los vecinos tienen sospechas o sufren molestias vinculadas a esta actividad ilegal, se los pide que denuncien el caso a través del buzón en línea.