El centro de Barcelona se ha convertido este anochecer en el escenario de dos manifestaciones de ideologías contrarias, pero con un punto en común: la ocupación. Por un lado, la empresa Desokupa ha convocado una manifestación contraria a los okupas a la plaza de Universidad, en el centro de la capital catalana. Una concentración que, según asegura el Ayuntamiento, ha congregado unas 300 personas en la plaza. Punto desde dónde han empezado a andar hacia plaza España.
Una manifestación que ha tenido una pequeña curiosidad que no es muy habitual. La empresa de desahucios liderada por Daniel Esteve ha repartido un millar de camisetas gratis para hacer promoción de su proyecto entre un público que hacía cola para recibir el «premio». Por otro lado, la convocatoria antifascista partidaria a la ocupación ha contado con un centenar de personas, según fuentes municipales. Este se han concentrado en la plaza de los Ángeles, en el Raval y desde allá han subido hacia plaza de Universidad. Una vez han llegado a la plaza, pero, un fuerte dispositivo policial -menor que la última vez que coincidieron las dos fuerzas contrarias- ha impedido que las concentraciones se encontraran frente a frente.
El grupo ha subido por el Raval y la llegada a la Ronda Sant Antoni, al Teatro Goya, ha visto que no podía llegar a su objetivo. Han tumbado por la calle de Joaquim Costa, pero también han encontrado un bloqueo policial. Algunos manifestantes han tirado huevos a los agentes de la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra.
Cánticos polarizados
Durante las dos manifestaciones se han sentido varios cánticos. Cada uno defendiendo los intereso de su manifestación. Por un lado, a la manifestación contraria a las ocupaciones se han sentido proclamas como ahora ‘Viva Cataluña’, ‘Son delincuentes, no son ocupas’ o ‘Fuera Colau’, entre otros. También se ha dejado ver algunos carteles con consignas como ‘Agenda 2030: dictadura’ o ‘Colau, PSC, ERC, Trias y CUP abonan a los criminales’.
Por otro lado, a la manifestación favorable a los ocupas se han sentido proclamas contrarias, como por ejemplo: ‘Sería fascistas de nuestros barrios’, ‘Nazis no’, ‘Barcelona será la tumba del fascismo’ o ‘Fascistas y burgueses tienen los mismos intereses’.
