Tot Barcelona | Notícies i Informació d'actualitat a Barcelona
Primera prueba de fuego para Collboni con la maquinaria de las ordenanzas fiscales y los presupuestos

Jaume Collboni se enfrenta este octubre a su primera gran prueba de fuego. A mediados de mes, el PSC llevará a la comisión de Economía y Hacienda la aprobación inicial de las ordenanzas fiscales para el 2024. Y, ahora mismo, Collboni estudia si en la misma comisión se vota la propuesta de presupuestos, a pesar de que esta posibilidad caerá si no tiene garantizada la aprobación inicial, han informado diferentes fuentes municipales, que prevén negociaciones largas y difíciles. Tanto Xavier Trias como Ada Colau han vinculado el apoyo en el presupuesto en la entrada en el gobierno de Barcelona. Collboni tendrá que decidir con quién quiere gobernar, pero no tomará ninguna decisión sobre esta cuestión antes de que se haya resuelto la investidura de Pedro Sánchez como presidente de Gobierno español, seguramente ya en noviembre.

Las ordenanzas fiscales del próximo año se tienen que llevar a aprobación este octubre si quieren que entren en vigor el 1 de enero de 2024, puesto que tienen que estar en exposición pública un largo periodo de tiempo y tienen que recibir la luz verde definitiva en el plenario de diciembre. Según ha podido saber el TOT Barcelona ya se han iniciado las reuniones técnicas del teniente de alcaldía del área económica, Jordi Valls, con los grupos municipales y la intención de Collboni es reunirse con las cabezas de lista de las diferentes formaciones y decidir después si continúa con la idea de llevar a aprobación inicial el presupuesto este octubre. Algunas fuentes municipales consultadas por el TODO Barcelona ven muy complicado que el PSC pueda cerrar un acuerdo de presupuestos antes de la comisión.

Retoque de algún impuesto

En las primeras presas de contacto del PSC con los grupos, el gobierno no ha dado detalles sobre el presupuesto de 2024 y parece que podría ser la próxima semana cuando los socialistas hagan llegar los números definitivos a los partidos de la oposición. Respecto a las ordenanzas fiscales, parece que no habrá una subida generalizada de impuestos y tasas municipales y se podría retocar algún tributo relacionado con la actividad económica y turística. La tasa de terrazas podría ser una.

Collboni y los representantes de la oposición después del pleno de investidura / Jordi Play
Collboni y los representantes de la oposición después del pleno de investidura / Jordi Play

A pesar de que tanto Trias como Colau apresuran a Collboni a elegir con quién quiere bailar el resto del mandato, el alcalde no tomará ninguna decisión sobre el futuro gobierno de la ciudad antes de la investidura de Sánchez. Si finalmente se produce, esta podría ser hacia medios de noviembre. A pesar de que el PSC gobierna ahora con solo 10 regidores, hay que recordar que durante el primer mandato de Colau (2015-2019), los Comunes estuvieron al frente de la ciudad en solitario, con 11 regidores, una buena parte del tiempo.

Lo TODO Barcelona ha preguntado al servicio de prensa municipal por las intenciones del gobierno con las ordenanzas fiscales y los presupuestos, y si llevará ambas cosas a aprobación inicial este octubre, con la única respuesta que cuando toque ya se explicará. Las fuentes consultadas tampoco han contestado qué pasará con las ordenanzas fiscales -si se congelan o suben- y han declinado hacer una valoración sobre el presupuesto.

Hacia un gobierno tripartito?

El futuro gobierno de Barcelona podría pasar por un pacto entre PSC y Comunes o por un gobierno tripartido en el Ayuntamiento, todo y las muchas diferencias que unos y otras tienen. Hace unos días en una entrevista en TV3, Collboni dijo que su “preferencia” eran los acuerdos con los Comunes y ERC. Es con quien el PSC se sentiría “más cómodo”, tanto por coherencia con su proyecto político como con el que han votado los ciudadanos. Entre las tres fuerzas suman 24 regidores –PSC (10), Barcelona en común (9) y ERC (5)- y tienen garantizada la mayoría del pleno. 

En cualquier caso, el alcalde no cierra la puerta a Juntos y como ha reconocido Trias se han producido reuniones entre los dos políticos, a pesar de que ahora mismo las opciones que entre estas dos formaciones se pueda cerrar un acuerdo estable de gobierno son menores. Se deja, eso sí, la puerta abierta a llegar a pactos como está pasando con la intención de anular la reserva del 30% para vivienda social en las nuevas promociones (una decisión que no ha gustado nada a los Comunes) o con el proyecto de cobertura de la ronda de Arriba, que Juntos también llevaba al programa electoral. Trias tenía intención de plegar y irse a casa este octubre, pero se quedará hasta que se aclare la investidura de Sánchez y ver qué pasa en Barcelona con el gobierno y su grupo.

A lo largo de estos de más de 100 días de gobierno de Collboni, el PSC ha hecho muchos gestos para alejarse de los Comunes. Ha activado lo Plan Asea, destinado a potenciar la limpieza de la ciudad y a combatir el incivismo con más multas, ha recuperado el hermanamiento con Tel Aviv, revisará el carril bici de Vía Augusta, ha eliminado el urbanismo táctico de la calle de Pelai, ha reducido la presión a los conductores en el horario de los radares de los entornos escolares, quiere practicar políticas urbanísticas con más consensos para evitar una nueva sentencia judicial como la de Consejo de Ciento -que pose sobre la mesa revocar las obras de peatonalización-, anular la reserva del 30% para pisos sociales en las nuevas promociones de viviendas y quiere acelerar la reforma de la Rambla. Donde no ha cumplido el alcalde es con la reforma de la ronda de Sant Antoni. Durante la campaña prometió revocar la propuesta de Colau, pero finalmente claudicó. Ahora, el regidor del Eixample Jordi Valls ha puesto sobre la mesa debatir la introducción de cambios en la carga y descarga y por donde pasan bicis y patinetes.

Presupuesto y gobierno van ligados, según Trias y Coláis

Tanto Trias como los Comunes vinculan apoyar en el presupuesto de 2024 con entrar el gobierno. “Es imposible separar una cosa de la otra: si no entras al gobierno, no apoyas en el presupuesto, es de sentido común”, opina el exalcalde. Ada Colau ha dicho prácticamente el mismo, que ya en agosto anunciaba que no dará “un cheque en blanco” a Collboni. “Él a solas no puede gobernar. Con 10 regidores es imposible gobernar Barcelona, ni aprobar presupuestos, ni hacer nada”, subrayó la líder de los Comunes a la agencia Efe. Muy posiblemente, si finalmente los Comunes entran al gobierno de Barcelona lo harán sin Colau, que podría ser ministra del ejecutivo de Sánchez y Yolanda Díaz

En cuanto a ERC, Ernest Maragall decía a finales de septiembre que no se veía en un gobierno con el PSC, y añadió que no estaba negociando nada con nadie y que el PSC quería evitar que los republicanos entraran al ejecutivo municipal. Maragall ha acusado los socialistas de tener una “orientación conservadora” y en el programa Básicos de Betevé remarcó que escuchará la propuesta de presupuestos de Collboni “porque es una obligación”, pero que quiere hablar desde la oposición. Las negociaciones con los republicanos están ahora mismo al abecé.

Desde el PP informan que hasta ahora solo se han producido reuniones informativas con el gobierno, «nada en firme». El partido de Daniel Sirera muestra la predisposición a llegar a acuerdos y colaborar para que salgan adelante las cuentas municipales siempre que se descarten cuestiones independentistas que puedan plantear otros partidos, y siempre que sirvan para mejorar la ciudad y dejar atrás la etapa de Colau.

Collboni después del pleno de investidura con algunos de sus regidores / Jordi Play
Collboni después del pleno de investidura con algunos de sus regidores / Jordi Play

Los presupuestos, un indicador del futuro gobierno

La propuesta de presupuestos que haga el gobierno de Collboni ya será un claro indicador de la hoja de ruta que el PSC quiere por la ciudad. Es decir segundos qué sean las prioridades presupuestarias del alcalde, tanto en cuanto al gasto como las inversiones previstas, se verá claro si gira más hacia los junters o piensa más en un pacto con Comunes y republicanos. Dos proyectos que, por ejemplo, necesitarán un presupuesto y que el gobierno llevará a aprobación a la comisión de Urbanismo de octubre son acortar los plazos de la reforma de la Rambla y la licitación de la fase 2 de la cobertura de la ronda de Arriba, que no han sido prioritarios para Colau.

Si Collboni no consigue los apoyos necesarios para aprobar los presupuestos, no tendrá más remedio que prorrogar las cuentas de 2023, un hecho que sería un fracaso desde el punto de vista político, pero no económico, si no es que los socialistas propongan un recorte. Barcelona tiene actualmente el presupuesto municipal más alto de su historia, con cerca de 3.600 millones de euros. El pasado mandato, Coláis y Collboni consiguieron aprobar los cuatro presupuestos, el último el pasado diciembre con los votos a favor de PSC y Barcelona en común y la abstención de ERC.

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa