Ada Colau ha salido a la palestra con la pose de quien sabe que juega en casa. La alcaldesa de Barcelona y candidata de los Comuns ha dado este jueves el pistoletazo de salida a la campaña para las elecciones municipales del próximo 28 de mayo rodeada de centenares de simpatizantes y secundada por algunos de los nombres principales que conforman su lista. Lo ha hecho, precisamente, en un escenario especialmente simbólico como Paloma, la histórica sala de baile del barrio del Raval que reabrió este 2023 después de un vía crucis de 16 años, y al ritmo de uno de los himnos de los comicios del 2019, la rumba
«Hoy empieza una campaña que será muy emocionante y donde Barcelona se juega mucho. Somos optimistas porque en estas elecciones se hablará de la ciudad y de su futuro y porque ninguna candidatura tiene un modelo tan claro como nosotros», ha señalado contundente Colau, que ha sido la encargada de abrir los parlamentos. En sus palabras se ha podido entrever el optimismo y la brisa de aire fresco que ha supuesto la publicación este mismo jueves de la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CIS), que le da la victoria en los comicios con entre 11 y 13 regidores.
Luchas del pasado y el peligro de un pacto PSC-Junts
La elección de la ubicación donde ha tenido lugar este bautizo oficial de la candidatura de los Comuns no ha sido casual: Paloma, un local pionero fundado el año 1903 que abrió
«Tenemos memoria. Sabemos que muchas nos han precedido para conquistar derechos y libertades. Barcelona siempre ha respondido con ideas nuevas y con ganas de ser protagonista. Lo hicimos en el pasado y venimos a continuar abriendo camino«, ha remarcado Colau. En este punto, la candidata de los Comuns ha querido transmitir su preocupación por el posible pacto sociovergente al cual parecen encaminarse el PSC y Junts. «BComú es la única candidatura que garantiza un gobierno progresista. Extendemos la mano a toda la gente que quiere un gobierno valiente y que se mantengan las políticas transformadoras. Si nos quedamos en casa, puede ganar la derecha, hace falta una movilización masiva de la gente progresista en las urnas», ha asegurado. De hecho, todo el acto ha estado lleno de referencias a discursos de los candidatos Jaume Collboni y Xavier Trias, a los cuales el público incluso ha podido oír la voz en off en algunas piezas audiovisuales proyectadas.
Mensajes ácidos y una intervención muy esperada
El relevo de Colau en el escenario lo ha tomado su número 2, Jordi Martí, que también ha hecho referencia y ha querido reivindicar la importancia de seguir las huellas de líderes vecinales como Josep Maria Domingo, que murió el pasado mes de abril. Martí ha acabado su discurso con un claro mensaje a medio camino entre la provocación y la reivindicación, asegurando que harán que llegue el carril bici de la Vía Augusta en construcción hasta Sarriá.
El acto ha contado también con las intervenciones de la regidora y número 5, Gemma Tarafa, que ha puesto en valor el plan de barrios; de la flamante número 6 y diputada de los Comunes en el Parlamento, Jess González, que ha enfatizado la apuesta municipalista de la formación y su compromiso feminista y antirracista; y la regidora y número 3, Janet Sanz, que ha hecho un repaso más general a las políticas desarrolladas por el ejecutivo en los últimos mandatos.
Una de las intervenciones sin duda más esperadas era la de Guille López, uno de los impulsores de la plataforma Eixample Respira y ahora número 4 de la lista de los Comuns a la alcaldía. López ha agradecido la buena acogida y ha reivindicado la determinación de la formación para plasmar sobre el terreno su modelo de ciudad y las medidas para luchar contra la contaminación y el ruido.
