La Marina de Prat Vermell es uno de los barrios con la tasa de paro más alta (9,5%). Solo Trinitat Nova, Ciutat Meridiana, Vallbona y Trinitat Vella están peor en este aspecto. Jaume Collboni, en el último domingo de campaña, se ha congregado con gran parte de los simpatizantes socialistas de este barrio. Lo ha hecho justo pasada la frontera, a La Marina de Port, desde dónde ha insistido que quiere unos distritos fuertes y empoderados. Acompañado, una vez más, de un desatado Jordi Hereu, de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y de la número 10 de la candidatura, Raquel Gil, el socialista ha sacado pecho de sus políticas y de las siglas del PSC.
Collboni ha pasado a la acción y se ha erigido de nuevo en el cambio a Colau, esta vez con un tono más elevado y papeleta del PSC en mano. «Detrás de la papeleta no hay una cara, hay centenares de miles de caras», ha dicho recogiendo el guante que le hacía llegar minutos antes Jordi Hereu. «Poner una cara indica la poca consistencia que hay detrás de aquel movimiento político, ni Pasqual Maragall lo hubiera aceptado», aseguraba el exalcalde, que ha recalcado «el puño y la rosa» que aparece en el voto socialista, que es, dice, «el que nos identifica a todos».
Hereu, que disfruta esta campaña de una segunda juventud política, ha tildado los Comunes de «izquierda populista» y ha criticado la fotografía que se hicieron Colau y Trias pocos días antes de empezar la campaña. «Nos querrán despistar con pactos arriba y abajo, pero Jaume ya ha roto un pacto», ha comentado refiriéndose a aquella fotografía que pretendía, según los socialistas, arrinconarlos de la lucha a la alcaldía. El exalcalde también ha pedido el voto para Collboni, asegurando que «no se está de teorías abstractas de gente que en el fondo vivo demasiado bien». Nuevo dardo a Colau.
Ampliación de la L2 del Metro
Collboni ha seguido la estrategia de los últimos días, dejando las críticas más duras por sus teloneros y situándose como el garante del diálogo y de la «política útil». En Marina de Port ha puesto énfasis en el ampliación de la L2 del Metro, el cual considera que tiene que llegar a La Marina. En este sentido, ha reprochado a Junts y ERC que hayan paralizado este proyecto que, según los cálculos socialistas, acogería 57.100 personas en día laborable.
Más allá del metro, el candidato ha propuesto una «alternativa a la ronda Litoral». En este sentido, la propuesta de Collboni es crear la H20, un autobús que tendría que unir 28 kilómetros del litoral barcelonés y daría servicio a 12.000 personas. «Menos ‘bla bla bla’ y más hacer», ha dicho el cabeza de lista situando esta iniciativa como ejemplo de que los socialistas, «ante un reto», tienen «siempre» una propuesta.
Batet critica la Generalitat por las políticas de vivienda
Por otro lado, la presidenta del Congreso, Meritell Batet, con un tono más reposado que Hereu, ha criticado más en la Generalitat de Cataluña que a los otros candidatos barceloneses. Apenas ha reprochado a Trias que dijera, en una entrevista precampaña, que tenía el apoyo de Puigdemont «para hacer lo que quiera». «Alguien que necesita el permiso de Puigdemont no hace falta que nos añada nada más», ha concluido. Sobre Colau, le ha criticado que lleva «muchos años gobernando Barcelona» y que solo ha «generado frustración».
Batet ha levantado la voz para intentar desnudar a la Generalitat de Catalunya, a quien ha reprobado que haya sido el gobierno español quien ha impulsado la Ley de Vivienda. Es «impensable», ha dicho, que la administración catalana «no haya hecho nada» en el tema de vivienda «teniendo en cuenta que es quien tiene las competencias». Batet ha obviado, en su discurso, que el constitucional anuló la regulación de los alquileres impulsada por la Generalitat alegando que no tenía competencias para hacerla. La presidenta del Congreso también ha asegurado que «en todos los municipios donde voy me dicen que necesitamos más escuelas y más recursos» y les ha acabado espetando que «quieren competencias, pero no son capaces de ejercerlas».
