El Departamento de Interior de la Generalitat se ha comprometido esta tarde con los representantes de los taxistas a ampliar el número de agentes destinados a los controles policiales del Aeropuerto del Prat para frenar el auge de conductores que ofrecen servicios de taxi «piratas». Según ha explicado el consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, pero, este aumento de efectivos todavía no se hará, sino que se implementará a partir del mes de agosto, coincidiendo con la entrada en servicio de una nueva promoción de agentes.
Todo y las nuevas informaciones que los ha comunicado Interior al sector de taxistas, encabezados por el portavoz de Élite Taxi, Tito Álvarez, los conductores mantienen los actos de protesta convocados la semana que viene. De momento, las manifestaciones tendrán lugar al vestíbulo del aeropuerto de la capital catalana, pero según informan desde el sector, no descartan trasladarlas en el centro de la ciudad.
Por los taxistas, Interior puede ayudar al colectivo emitiendo informes que insten Aena a mejorar las instalaciones y la información a los viajeros que aterrizan al aeropuerto del Prat, como por ejemplo «con unas flechas que indiquen donde hay el taxi oficial». Creen que medidas de estas características, sumadas al aumento de agentes en los puntos de control, serían medidas positivas para frenar los conductores que se hacen pasar por taxistas, es decir, los llamados «taxis piratas». Según indican los taxistas, la presencia de estos conductores los hace perder entre 800 y 1.000 servicios cada día.
Cuatro días de protesta
Las protestas arrancarán el próximo lunes con una acción “sorprendida” al vestíbulo de la T1, una “invasión” a la terminal en cuestión y una parada del servicio incluida, entre manantial de la mañana y doce del mediodía, aproximadamente. De cara a martes, el sector organizará una “silbido infernal” en la zona de llegadas del aeródromo barcelonés durante 30 minutos cada dos horas, y miércoles, una marcha lenta entre la T1 y la T2. La nueva tongada de protestas culminará jueves con una nueva “invasión” del vestíbulo de la T1. Desde el colectivo aseguran que las protestas de la semana próxima no van en contra del trabajo de los Mossos, que consideran «impecable«, sino que «se centrarán solo contra la directora del aeropuerto», Sònia Corrochano, por no quererlos recibir.
