Hoy en día levantar la cabeza y ver aviones sobrevolar Barcelona es habitual. Pero hace casi cien años, divisar algún vehículo aéreo viajar por sobre los tejados era un hecho totalmente atípico que paralizaba la ciudad por completo. Y esto es lo que pasó el 16 de mayo de 1929 en la capital catalana cuando el ‘Graf Zeppelin’ atravesó la ciudad condal coincidiendo con el inicio de la Exposición Internacional.
El 18 de septiembre de 1928 se elevó por primera vez el dirigible alemán LZ-127, conocido popularmente como el ‘Graf Zeppelin’, que significa conde Zeppelin. Un nombre en honor a su inventor: Ferdinand von Zeppelin. En el momento en el cual se construyó era el dirigible más rápido del mundo, puesto que conseguía velocidades de 120 km / hora. Y fue el primer dirigible comercial del mundo, con capacidad de transportar unos veinte pasajeros. Su comandante, Hugo Eckener, acompañado de una tripulación de cuarenta personas, hizo cerca de 600 viajes durante los 9 años que el dirigible navegó por las nubes (1928-1937), de los cuales tres cruzaron la capital catalana. Ahora sí, pues, volvemos en mayo del 29.
El 16 de mayo el dirigible hacía vía cabe América cuando decidió hacer una visita sorprendida en Barcelona aprovechando que pocos días más tarde -el 20 de mayo- se inauguraba la Exposición Internacional a Montjuic. Un acontecimiento que revolucionó por completo la vida en la ciudad. Conocedores de la llegada del que se considera el «dirigible más grande de la historia», el fotoperiodista catalán Josep Badosa alquiló una avioneta para inmortalizar este suceso poco frecuente. Unas fotografías que han quedado recogidas en un hilo del usuario
Las miradas al cielo
El dirigible entró en Barcelona desde el mar y sobrevoló el parque de la Ciutadella, el que hoy en día conocemos como el barrio de Ciutat Vella, la avenida del Paralelo y la montaña de Montjuic: sienta de la exposición. Un recorrido que provocó que la gente saliera de sus casas y se reuniera en la plaza de Cataluña para contemplarlo. De hecho, como se puede ver en esta fotografía, la fuente de la plaza estaba llena de gente sentada con la mirada al cielo por no perderse el acontecimiento. Y el mismo pasó a la plaza de España.
Según detalla la cuenta de Twitter de Efemérides, el viaje de aquel día sufrió algunas incidencias. La noche del 16 de mayo, cuando el dirigible sobrevolaba el País Valenciano, los dos motores que lo mantenían en el aire sufrieron algunas incidencias que lo obligaron a girar cola y volver hacia Francia. Allá, el comandante Eckener se vio forzado a aterrizar de emergencia para arreglar los dos motores y poder volver con comodidad a la base central de Alemania, a la ciudad de Friedrichshafen. Unos meses después, el agosto del 29, el dirigible consiguió un hito histórico: hacer la vuelta al mundo.
Dos visitas previas
Antes del jueves 16 de mayo de 1929, el ‘Grafo Zeppelin’ ya había hecho dos visitas fugaces en la capital catalana. La primera fue en 1928 durante unas pruebas de ruta del dirigible para marcar un recorrido entre Alemania y América. La segunda vez que sobrevoló las calles de Barcelona fue el 25 de abril de 1929. Una fecha de la cual ha quedado constancia gracias a paquete postal que dejó caer el comandante cuando cruzaba el espacio aéreo de la ciudad y que aterrizó cerca de la plaza de Urquinaona. Fueron solo tres visitas, pero el ‘Graf’ dejó una gran huella en la historia de la ciudad. De hecho, en el cruce entre la calle de Ortigosa y la calle Junqueras hay un grabado en un edificio que refleja su paso por la ciudad.
Después de las tres visitas a la capital catalana, el dirigible continuó surcando las nubes, pero ya no volvió a pasar por Cataluña. El 1937 hizo su último viaje. Después del desastre del Hindenburg -el dirigible que se quemó en un accidente el 6 de mayo cuando llegaba a Nueva Jersey-, las autoridades empezaron a desconfiar de la viabilidad de estos medios de transporte y acabaron clausurándolos definitivamente.
