El primer siglo de historia del metro de Barcelona tendrá una sorpresa añadida hasta ahora fuera del guion. Más allá de los cinco trenes históricos que la compañía restaurará para la ocasión, la red del subsuelo de la capital catalana recuperará los forjados modernistas que presidieron durante décadas las dos salidas de la estación del Liceu hasta su retirada en 2008. Así lo ha confirmado este martes la concejala de Memoria Democrática, Raquel Gil, en el marco de la celebración de la Comisión de Derechos Sociales del Ayuntamiento.
El caso de estas dos columnas de hierro -que se han convertido en uno de los últimos vestigios de la decoración que durante buena parte del siglo XX adornó las estaciones de la primera línea de metro de la ciudad- ha salido a la palestra gracias a una petición del PP, que solicitaba iniciar los trabajos necesarios para restituir estas estructuras originales, que fueron sustituidas por dos copias en los años sesenta. «No sabemos cuántos forjados quedan ni su estado, pero instamos al gobierno municipal a recuperar una parte de la historia de nuestra ciudad coincidiendo con el centenario de la puesta en marcha de la primera línea del metro», señalaba el regidor popular Víctor Martí.
En respuesta a la petición, Gil tomaba la palabra para asegurar que ya se habían iniciado los trámites tanto con el departamento de Patrimonio como con Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) para volver a colocar estos elementos en las dos salidas de la estación de Liceu aprovechando la reforma que se está llevando a cabo en estos momentos en buena parte de la Rambla. «Es evidente que estos forjados modernistas forman parte de la memoria de muchos barceloneses y creemos que es importante recuperarlos», ha señalado la concejala.
Décadas oxidándose en un almacén
Es importante recordar que las históricas estructuras -que datan de julio de 1925, cuando la primera línea de metro llegó a la Rambla- se conservan desde su retirada en un almacén ubicado en las cocheras de TMB en el barrio del Bon Pastor, donde comparten espacio con vehículos y convoyes emblemáticos que esperan poder volver a ver la luz en un futuro. La recuperación de los forjados, sin embargo, es una reivindicación que viene de lejos. En un procedimiento de oficio que data de 2012, el Síndic de Greuges de Barcelona ya pedía al ejecutivo local estudiar la posibilidad de dar marcha atrás y recuperar las estructuras de hierro forjado que adornaban la estación y que habían sido finalmente completamente retiradas con la actuación de reforma de la infraestructura que tuvo lugar en el año 2006.
En la misma línea se pronunciaba el Síndic en el año 2016 a raíz de una queja ciudadana que alertaba sobre la situación de estos dos pilares de hierro. Durante la última década, diversos grupos municipales, ERC y el PP, se han hecho eco de las reivindicaciones ciudadanas para intentar presionar al gobierno local para que recupere estos forjados, adoptando así las recomendaciones del Síndic. Todos los intentos, sin embargo, habían resultado hasta ahora infructuosos, a pesar de que las estructuras se encuentran en buen estado de conservación.
