La librería Fahrenheit 451 se prepara para empezar una segunda vida. Tal como ha explicado el ACN, esta nueva etapa empieza después de pasar más de dos años en un local de 60 metros cuadrados al barrio de la Barceloneta. Sus propietarios cerraron este establecimiento el pasado mes de marzo y este viernes, dos días antes de Sant Jordi, abrirán las puertas del nuevo establecimiento, que es más grande y cuenta con una oferta de productos más amplia. Además de libros, en este comercio se podrán encontrar vinilos y habrá una zona para talleres, clubes de lectura y una cafetería. El nuevo espacio se encuentra en el barrio del Born, en el distrito de Ciutat Vella, y es de 200 metros cuadrados.
Para los propietarios de Fahrenheit 451 este cambio es más que un trasladado. «Esto es una nueva aventura. Un proyecto que va más allá de los libros, un lugar de encuentro cultural como siempre lo habíamos querido», dice al ACN Sergio Lledó, quien está al frente de este proyecto junto con la copropietaria Azra Ibrahimovic.
Esta nueva etapa empieza a las puertas de la fecha más importante para los libreros catalanes. Además de abrir el establecimiento para Sant Jordi, también instalarán una parada ante el local, que se podrá visitar durante todo el fin de semana. Este domingo, durante la celebración de Sant Jordi, habrá otra en el paseo Lluís Companys, que solo estará este domingo.
El nuevo capítulo del bar Prize
En otro punto de la ciudad, al barrio de Sant Antoni, hay otro establecimiento que también ha empezado a escribir una segunda vida. El bar Prize ha empezado un nuevo capítulo después de enterrar el pasado mes de marzo la amenaza de desahucio que le ha perseguido durante meses. Su propietario, Xavi Prize, llegó el pasado mes de marzo en un acuerdo con la propiedad que permitió salvar el establecimiento.
Ya hace 30 años que abrió las puertas, y en los últimos días Xavi se ha estado preparando para que el emblemático bar viva una segunda vida. Tal como explicó hace unos días al TOT, en primer lugar toca bajar las persianas del local durante ocho meses para hacer obras. Es parte del acuerdo al cual llegó con la propiedad y de una reforma que se hará en todo el edificio. Lo más importante, pero, es que después de este proceso lo Prize volverá a ser el mismo. “Se respetará el espacio Prize”, asegura.
