La actividad automovilística que bautiza la Illa Citroën de la Bordeta pasará a la historia. La compañía -a través de la empresa Stellantis España- ha llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento de Barcelona para convertir sus instalaciones en este barrio del distrito de Sants-Montjuic en un gran parque verde con equipamientos y varias promociones de pisos tanto públicos como privados. El convenio sellado con la administración prevé la cesión por parte de la automovilística del 80% de los terrenos que tiene entre la Rambla de Badal y la calle de la Riera Blanca para poder abrir este nuevo espacio verde, que permitirá esponjar una zona con una densidad de población elevada y mermada de oasis como estos.
El pacto prevé la modificación puntual del Plan General Metropolitano (MPGM), un movimiento que permitirá incorporar las parcelas de la empresa y un conjunto de suelos municipales y de dominio público del entorno para ampliar el ámbito de la actuación urbanística hasta los 35.435 m². En concreto, 21.000 metros cuadrados del total irán destinados al nuevo parque urbano, mientras que el resto se repartirán entre equipamientos municipales y dos promociones de pisos, una pública de cerca de un centenar de viviendas y una de privada de 110, que comercializará Citroën a cambio de urbanizar el espacio verde.
Para poder llevar a cabo esta importante transformación urbanística, la previsión es que se derriben los diferentes edificios que ocupan la mayor parte de la Illa Citroën y la conexión con la Rambla de Badal, que ya es un paseo ajardinado y dónde también se actuará para mejorar la conectividad y accesibilidad desde el nuevo parque y los Jardines de la Rambla de Sants, el cajón ferroviario que actualmente cubre las vías.
Una muerte lenta para la actividad automovilística
En cuanto al calendario, la intención es que el nuevo plan urbanístico se apruebe inicialmente durante el otoño del 2024. Después, habrá que ir tramitando los instrumentos y planes urbanísticos y licencias pertinentes para sacar adelante la transformación. Mientras dure todo este proceso, las instalaciones de la empresa Stellantis España continuarán con la actividad y ofreciendo los servicios automovilísticos habituales.
