El Ayuntamiento de Barcelona estaría aplicando un cambio de normativa que endurece las condiciones para empadronar personas vulnerables. Así lo denuncian varias entidades sociales, que alertan que esta modificación del reglamento afecta principalmente a todos aquellos ciudadanos que actualmente están empadronados en locales de asociaciones o colectivos.
Según informa TV3, desde este mismo mes de febrero, el consistorio barcelonés está comenzando a dar de baja del padrón municipal a todas estas personas que por diversas razones constaban en el registro como si vivieran en un local o establecimiento de la ciudad. Esto obligará a los afectados a volver a realizar los trámites para empadronarse, unos gestiones bastante complejas en casos de vulnerabilidad extrema como los de personas sin hogar, que se ven forzadas muchas veces a cambiar de ubicación, y que podrían dejar en el aire procesos de regularización que ya están en marcha y que dependen de este padrón para poder avanzar.
En este sentido, la opción que pone sobre la mesa el ejecutivo encabezado por Jaume Collboni es optar al empadronamiento sin domicilio fijo. Ahora bien, entidades como Stop Sida o la Fundació Arrels remarcan que este reconocimiento depende de un informe de conocimiento de residencia (ICR), un documento que efectivamente acredita que la persona vive en la ciudad, pero cuyos trámites pueden tardar hasta ocho meses, una eternidad en casos de vulnerabilidad extrema como los que tratan estas asociaciones. Desde el consistorio insisten en que han mejorado el circuito destinado a facilitar el empadronamiento habilitando hasta 48 centros de servicios sociales donde se pueden realizar estos procesos.
Los últimos datos sobre el padrón barcelonés
Estas denuncias por el endurecimiento del padrón llegan pocos días después de que la oficina estadística del Ayuntamiento hiciera públicos los resultados del último estudio del censo del Departamento de Estadística y Difusión de Datos, que apuntan que la población barcelonesa nacida en el extranjero se multiplica por siete respecto a la que había en el año 2000, hace ahora un cuarto de siglo. Entonces, apunta el documento, residían en la capital del país poco más de 74.000 personas foráneas; mientras que, a finales del 2024, se acercan a las 573.000 personas empadronadas. Del total de la población, según el mismo estudio, el 33,6% de la población que habita en Barcelona nació fuera de las fronteras del Estado, por el 46,1% de personas provenientes de la misma capital. El resto del Principado aporta poco menos del 7% de la población, mientras que los ciudadanos nacidos en otras partes del Estado suponen un 13,4% del total.