El distrito del Eixample prohibirá las rutas de borrachera durante dos años para intentar apaciguar las quejas de los vecinos y frenar una actividad que se había descontrolado en los últimos años. Según ha informado el Ayuntamiento, el Boletín Oficial de la Provincia de Barcelona (BOPB) ha publicado este viernes un decreto de alcaldía que restringe la promoción y la organización de rutas alcohólicas entre bares entre las 19:00 y las 7:00. También se prohíbe cualquier tipo de publicidad de estas rutas. El Eixample quiere replicar los buenos resultados que la medida ha dado en Ciutat Vella, donde las rutas de borrachera están prohibidas desde 2012 y se ha decidido prolongar la restricción al menos hasta 2028.
El Ayuntamiento justifica la medida porque las rutas alcohólicas provocan muchas molestias a los vecinos por el ruido y las aglomeraciones que se forman en la calle. Tampoco gusta a los responsables del distrito el “riesgo” que supone el consumo irresponsable de alcohol, que genera muchos conflictos en zonas especialmente tensionadas, como los ejes verdes, o las zonas de alta saturación de locales de ocio nocturno como los alrededores de la calle Enric Granados, habitual foco de problemas. Los vecinos de la zona llevan años reclamando medidas para frenar la actividad de las terrazas. La prohibición entrará en vigor el próximo 1 de junio.

La medida está especialmente pensada para frenar la creciente oferta de rutas de borrachera entre los operadores turísticos, que se asocian con bares y restaurantes del distrito para captar clientes entre los viajeros que visitan la capital catalana, especialmente los más jóvenes. En los últimos años, el distrito del Eixample y la Guardia Urbana han puesto en marcha un dispositivo especial para controlar la venta y consumo de alcohol, sobre todo a menores y fuera de los horarios autorizados. Entre 2023 y 2024, la policía barcelonesa ha abierto 366 expedientes sancionadores.
El ejemplo a seguir de Ciutat Vella
El distrito del Eixample quiere seguir el ejemplo de Ciutat Vella, que en el verano del año pasado decidió ampliar hasta 2028 la prohibición de las rutas de borrachera. El concejal de Seguridad y del distrito de Ciutat Vella, Albert Batlle, anunció la extensión de la medida, propuesta por BComú, que prohíbe la promoción y organización de rutas de borrachera entre las 23:00 y las 7:00. En el caso del centro de Barcelona, el decreto fija un régimen sancionador con multas de 900 euros para los organizadores y los guías de estas actividades, así como para las empresas promotoras y los bares que formen parte. “Pensamos que 900 euros deberían ser disuasivos”, aseguró Batlle. Desde 2022, la Guardia Urbana ha impuesto 1.123 multas a bares y locales de ocio nocturno por este motivo. Según el Ayuntamiento, estas rutas todavía están en “fase de control” porque hay mucha picardía, aunque periódicamente reciben quejas de asociaciones de vecinos por los problemas de ruido y suciedad que generan.