El hombre que fue ejecutado este viernes por la mañana en Montgat es un estibador histórico del Puerto de Barcelona vinculado con una presunta mafia dedicada al tráfico de drogas. Según adelantó El País, el muerto es David C., un trabajador portuario que ha sido señalado en múltiples ocasiones como responsable de esta organización, que habría operado durante años desde el recinto portuario de la capital catalana. Ahora bien, es importante remarcar que sobre el hombre no pesaba ninguna sentencia por un delito de tráfico de drogas. Las circunstancias en las que se ha producido su muerte, sin embargo, apuntan a un más que probable caso de venganza.
David C. también había sido señalado –aunque nunca procesado– como presunto instigador de la trampa que sufrió otro estibador del Puerto el 15 de junio del 2016, cuando fue arrestado después de que le encontraran en el maletero de su Volkswagen Golf cerca de un kilo de cocaína, varias piezas de hachís y una pistola semiautomática cargada, entre otras armas. La víctima no tenía dudas de que todo formaba parte de una especie de venganza por parte del trabajador portuario ahora ejecutado, quien lo había denunciado previamente con el objetivo presuntamente de sacarlo de su puesto de trabajo y con quien tenía un largo historial de denuncias cruzadas por amenazas y agresiones. Así lo manifestó primero ante los efectivos policiales y luego en sede judicial.
Causa archivada y segundo proceso judicial
Después de un periplo judicial de casi tres años, el Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona decidió finalmente archivar la causa abierta contra este segundo estibador el 31 de mayo del 2019 al considerar que no había ningún indicio que indicara que la droga y las armas eran suyas. El archivo de la causa tuvo una doble consecuencia para el protagonista de esta historia. Por un lado, le permitió respirar aliviado después de haber conseguido demostrar por fin su inocencia. Por otro lado, la posición del juez y las conclusiones de la investigación interna de la policía catalana abocaban el caso a un segundo proceso judicial, ahora contra las cuatro personas directamente implicadas en la falsa incriminación al estibador.
La fiscalía formuló su escrito en el mes de junio del 2022, donde pedía 18 años y 9 meses de prisión tanto para el entonces cabo de la comisaría del distrito de Sant Martí de los Mossos, Xavier G., como para el agente del cuerpo destinado a la zona portuaria Francesc A. y 15 años para los otros dos acusados, Joaquim B. -exmilitar y luchador de artes marciales vinculado a Desokupa- y Juan Antonio R., todos cuatro actualmente en libertad vigilada. En este texto no se menciona directamente el nombre de David C. y ni siquiera se le incluía entre las personas propuestas para citar a declarar. Ahora bien, su nombre sí que aparecía claramente en el escrito de acusación de la defensa de la víctima de esta trampa.
El texto elaborado por Molins Defensa Penal al que tuvo acceso TOT Barcelona comenzaba afirmando que David C. “dirigía una de las organizaciones criminales dedicadas a la distribución de droga más importantes del Puerto de Barcelona“. En el escrito también se explicaba el largo historial de acusaciones cruzadas entre los dos trabajadores portuarios y lo apuntaba como autor intelectual del plan que consiguió la detención y el ingreso a prisión de la víctima, en un acto de “venganza” por haberlo señalado como responsable de esta mafia en sede judicial. Fuentes legales consultadas por este medio señalan el pasado junto que el juicio contra los dos policías y los otros dos implicados en la trampa aún no tenía fecha de señalamiento porque estaba pendiente de resolver un recurso presentado por una de las partes. Las mismas voces pronosticaban que la vista podría demorarse cerca de un año, cuando ya habrían pasado casi 9 años de los hechos enjuiciados.