Durante la Segunda República, un grupo de arquitectos decidió revolucionar el concepto de vivienda social en Barcelona. El Grupo de Artistas y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea (GATCPAC) diseñó un conjunto de viviendas para obreros en el barrio de Sant Andreu, en el paseo de Torras y Bages, 101. Los bautizó como Casa Bloc, un conjunto de cinco edificios que se han convertido en uno de los mejores ejemplos de arquitectura racionalista del siglo XX. Los pisos, un total de 207, estaban ligados entre ellos y hacían la forma de S. Estaban pensados para ser viviendas funcionales concebidas como alojamientos mínimos estándares para obreros, que hasta aquel momento habían vivido a las barracas de la periferia urbana.

Eran pisos de entre 55m2 y 77m2, encargados por la Generalitat republicana de Francesc Macià, que puso la primera piedra el 1933. En el interior iban áreas de juegos infantiles, zonas verdes, guarderías, bibliotecas, cooperativas de consumo y clubes de obreros. Pero el estallido de la guerra lo quebrantó todo. Y de golpe, los pisos sociales que nunca llegaron a ocupar los obreros acabaron siendo el hogar de militares y policías nacionales, desvirtuando la función original para la cual habían sido destinados.

Retorno a manos de la Generalitat

Pero en 1977, la Generalitat recupera la propiedad y rehabilita los pisos, hasta entonces dejados de la mano de Dios. En 2008 se destruye el edificio ‘Bloque Fantasma’ -construido como anexo el 1948 para acoger a más policías- y vuelve a crearse la fisionomía y disposición original del conjunto. «Un edificio emblemático, histórico, pero olvidado y maltratado, testigo de una época conflictiva y caótica, pero creativa y esperanzadora«, resume el historiador Ireneu Castillo en el libro Edificis catalans amb història. Històries, secrets i curiositats (Ed. EL Arca, 2023).

Un piso museïtzat

Y como se puede ver en video, hay una de aquellas viviendas que se ha recuperado para preservar el patrimonio racionalista en la ciudad. Es la vivienda 1/11, que en 2012 se inauguró como piso museo, restaurado siguiendo exactamente el diseño y la estructura que tenían originariamente. Es un dúplex de 60m2 con dos dormitorios. La Casa Bloc se puede visitar comprando una entrada vinculada al museo del Diseño de la ciudad.

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