Muchos barceloneses no se acuerdan o no lo vivieron nunca, pero hubo un tiempo en el que Barcelona tuvo dos parques de atracciones: el del Tibidabo y el de Montjuïc. Un vídeo publicado en Twitter por David Martínez, periodista y autor del popular blog Històries de Barcelona, enseña como fue este segundo parque inaugurado el 1966 con 41 atracciones. En las imágenes, autoría de RTVE y publicadas el 1977, se comparan los dos parques de la ciudad. «Barcelona cuenta con dos parques de atracciones: el del Tibidabo, que aunque es originario de finales del siglo pasado, no está desproveído de encantos, y el de Montjuïc, que después de unos años de cierre y abandono, se ha visto notablemente remontado con multitud de modernas y divertidas instalaciones», dice el vídeo.
También se habla de las fuertes caídas de las atracciones del parque de atracciones de Montjuïc, capaces de «no decepcionar». Algunas de ellas son el Tren Fantasma, la montaña rusa Boomerang, la Noriavisió, el Vikingo, el Martillo, los autos de choque, el túnel del terror y el Twister, entre otras instalaciones de las cuales disfrutaron los barceloneses de aquellos tiempos. La diversión en este punto del distrito de Sants-Montjuïc, pero, no duró mucho tiempo. La vida del parque fue corta: cerró las puertas con 32 años. El 27 de septiembre de 1998, concretamente, abrió por último día.
El primer parque de atracciones de Cataluña
Hubo un tiempo en el cual el barrio de la Dreta de l’Eixample también tuvo a un pequeño parque de atracciones urbano. Durante la inauguración del pasado 1 de marzo de un atril situado en la calle de Mallorca que conmemora los Camps Elisis, unos jardines tuvieron un tiempo corto de vida (exactamente 19 años), se recordó que acogieron el primer parque de atracciones de Catalunya. Durante un tiempo, fue uno de los principales espacios de encuentro, de ocio y de espectáculos culturales de la Barcelona del siglo XIX.