Los vecinos del Esquerra del Eixample no quieren esperar. La pacificación de algunas calles céntricas, como Consell de Cent, amenaza de convertir esta área en una nueva zona llena de bares y ruido similar a la de las calles de Enric Granados o Aribau. De hecho, desde la Asociación de Vecinos de la Esquerra del Eixample ya han detectado algunos puntos críticos donde está aumentando la actividad de bares y terrazas, hecho que les ha llevado a iniciar una campaña «fuerte y decidida» para concienciar al nuevo gobierno que se trata de un problema «urgente» que «no puede esperar» a después del verano. «El nuevo regidor tendrá muchos temas sobre la mesa y hay cierto riesgo de que decida posponer esta cuestión para septiembre», ha comentado este lunes el vicepresidente y vocal de urbanismo de la asociación vecinal, Xavier Riu.
El portavoz de la asociación ha admitido que el próximo viernes tienen una reunión con el nuevo responsable del distrito, Jordi Valls, y que pondrán sobre la mesa mesuras concretas que consideran necesarias para frenar el aumento de la actividad nocturna en las nuevas calles pacificadas. «Hemos tenido días muy bestias, de gente a las dos de la madrugada haciendo alboroto, borachos… Puedes aguantarlo un día de fiesta mayor, pero no cada día», ha dicho Riu, que también ha dejado claro que la entidad está «satisfecha» de haber «ganado terreno al coche» a Consell de Cent, pero que hay que complementarlo con «más cumplimiento de la normativa». Según los vecinos, no se está siendo bastante duro con los incumplimientos de algunas terrazas que ganan espacio en la calle.

Un Plan de Usos más restrictivo
La asociación es consciente que «no hay soluciones fáciles», pero pidan algo más de ambición en el Ayuntamiento. Durante la comparecencia de esta mañana, Riu ha remarcado que el polémico Plan de Usos aprobado hace unos meses sirvió para «parar el golpe», pero ha dejado claro que ahora hay que ir más allá, haciéndolo «más restrictivo» todavía. Según el portavoz vecinal, en el Eixample hay un «problema de intereses» y los vecinos «se tienen que hacer fuertes». «No queremos hacer demagogia, no estamos en contra de la actividad económica, pero tampoco queremos que se consolide un modelo de barra libre pensado en los visitantes y a expensas de la tranquilidad y convivencia de los vecinos», ha remarcado.
Sobre las propuestas, los vecinos creen que hay que tocar «la letra pequeña» del Plan de Usos porque se están creando «terrazas improvisadas» allá donde no hay. «Hay heladerías que tienen gente delante, en la calle, a las doce de la noche y muchas personas se sientan en las sillas de las terrazas cuando el bar ya está cerrado. La normativa no dice en ninguna parte que las sillas puedan quedarse fuera», ha insistido Riu, que ha denunciado la «pobre capacidad de la administración para regular, inspeccionar y sancionar las malas prácticas».

Más recursos
Desde la izquierda del Eixample mantienen que hay que «aumentar los recursos» que se destinan a esta zona céntrica de Barcelona. Jordi Carmona, uno de los vecinos afectados por la deriva de la calle Aribau y que hoy era presente al acto de protesta, asegura que «no se puede destinar los mismos servicios en el Eixample que se destinan en otros barrios con menos densidad o actividades». En la línea va la asociación vecinal, que ha remarcado que hay que aumentar la limpieza y solucionar los problemas de civismo denunciados.
En este sentido, los vecinos consideran que los políticos tiene que tomar partido y les han apelado directamente cuando han pedido hacer una política basada en la «ética». Una expresión, de hecho, que también aparece en el manifiesto que han hecho público esta semana. «Exigimos a los responsables y en el Gobierno municipal que lleven a cabo su trabajo, la que surge de la única posible interpretación ética del ejercicio político y del servicio público, es decir, la investigación del bienestar de las ciudadanas y ciudadanos, del derecho a la vida y la salud que no es cuestionable ni puede estar supeditado a ninguno otro», dicen las entidades en el texto. Una afirmación contundente dirigida a los nuevos responsables municipales.

