Vecinos de la calle de Perú, en el distrito de San Martí, están hartos de las muchas molestias que genera un edificio ocupado, como mínimo, desde octubre de 2022, cuando los Mossos d’Esquadra confirmaron la ocupación. Ruido, incivismo, consumo de alcohol a la vía pública, suciedad, fiestas y conciertos para 200 personas son habituales. La cifra es reconocida por el concejal del distrito, David Escudé, en un ruego de respuesta a Trias per Barcelona.
Desde el 1 de octubre de 2022, el teléfono de emergencias 112 ha atendido 26 llamadas de residentes con diferentes tipos de quejas, 17 de las cuales han sido por molestias en el espacio público, cinco por ruidos y cuatro por consumo de alcohol en la calle. Fuentes vecinales explican que el edificio está ocupado desde hace unos dos años. «Los problemas son sobre todo los sábados por la noche, con fiestas o conciertos que se alargan hasta las 07.00 horas». La finca tiene unas cinco plantas, con azotea, que los ocupas utilizan en verano, y parking, donde suele haber estacionados dos coches.
Perros desatados
El último fin de semana de enero, los vecinos pudieron descansar porque la Guardia Urbana montó un dispositivo ante el edificio que duró unas 12 horas, desde primera hora de la tarde hasta muy entrada la madrugada. A pesar de que fuentes vecinales dicen que la presencia de agentes no es habitual, desde el distrito informan que el equipo de policía de barrio ha llevado a cabo una serie de actuaciones para poder hacer comprobaciones y seguimiento.
El pasado noviembre, la policía informó al distrito de la presencia de caravanas y camiones ante el edificio, que las personas que van a las fiestas y conciertos utilizan para dormir. «Hacen sus necesidades en la calle y llevan perros desatados que son un problema», apuntan algunos vecinos. Escudé dice que los conciertos se convocan a través de redes sociales de forma periódica, «con un aforo aproximado de 200 personas, generando molestias por ruido y actos incívicos alrededor del edificio». Según los residentes, en las fiestas acuden muchos extranjeros, puesto que hay vehículos franceses, polacos y alemanes.

La consejera de Trias per Barcelona Maria Arenillas presentó un ruego el pasado 28 de noviembre en el cual pedía «una solución cuanto antes mejor» para poner fin a las molestias que sufren los vecinos. Desde el partido del exalcalde Xavier Trias, no se entiende cómo se permiten hacer conciertos o fiestas para 200 personas en un edificio ocupado, ni la presencia de vehículos en los alrededores de la finca, donde se pernocta. «Está prohibido dormir en camiones y caravanas en la calle. El edificio ya tendría que estar cerrado», denuncia Arenillas. Desde el Ayuntamiento afirman estar haciendo un seguimiento de las incidencias detectadas a la zona, junto con Mossos y Guardia Urbana, “para impedir la celebración de cualquier tipo de actividad no autorizada y, en caso de incumplimiento, incoar los correspondientes procedimientos sancionadores”.
Sin respuesta de la propiedad
La finca es de propiedad privada. En el ruego de respuesta a la consejera de Trias per Barcelona, Escudé asegura que los servicios jurídicos y la secretaría del distrito se han puesto en contacto por mail con los propietarios para que resuelvan la situación, sin obtener de momento contestación. Los vecinos afirman que no tienen constancia que la propiedad haya puesto una denuncia al juzgado para desalojar el edificio. Fuentes del distrito aseguran al TOT que se están haciendo todas las acciones necesarias con los titulares del edificio.
Esta no es la primera ocasión que el inmueble se ocupa. Fuentes vecinales dicen que ya lo estuvo años atrás. Los ocupantes desaparecieron y la propiedad tapiaron las puertas, pero hace cosa de dos años volvieron a entrar. Los vecinos no saben concretar cuántas personas viven en el inmueble. La mayoría son jóvenes de unos treinta años y de nacionalidad española.