Sant Andreu habrá disfrutado este año de tres correfocs. El de bestias, la gran novedad, abrió boca el fin de semana pasado, y el infantil y el de adultos volverán este sábado y domingo. Regresan un año después de que las collas cancelaran el recorrido de adultos a última hora, acusando a la organización de «imponer» cómo deben ser las fiestas. La Fiesta Mayor del año pasado terminó con una polémica a cuatro bandas, con comunicados cruzados entre las collas de fuego y el Eix Comercial, y el gobierno del distrito y la Comisión de Fiestas de por medio.
El detonante de la polémica radica en la negativa de unos comerciantes de dejar pasar el correfoc por la calle del Ayuntamiento, un habitual del recorrido. «Siempre había sido así y nos molestó que entidades privadas no nos dejaran pasar por una calle que es pública», rememora en declaraciones al TOT Barcelona, un año más tarde, el jefe de colla adulta de la Satànica de Sant Andreu, Andreu Franquesa. El diablo recuerda que el correfoc es «un acto público» y apunta que una decisión como aquella podría «suponer un precedente peligroso». Este año, las collas se han reunido una veintena de veces con las otras partes implicadas y han consensuado retirar las bestias de la calle polémica y crear un tramo inclusivo cerca del Mercado de Sant Andreu, renovado y con una fachada de vidrio.
Retorno a la calle del Ayuntamiento
El correfoc infantil y de adultos comenzará, como siempre, en la plaza de Orfila, y recupera el paso por la calle polémica del Ayuntamiento. «Este año, uno de los objetivos de la junta de la Comisión de Fiestas [que es nueva] era hacer el correfoc sí o sí. La relación con las collas de diablos es buenísima, nos han ayudado mucho, no hemos buscado culpables ni mal ambiente. Este año todas las partes se han puesto de acuerdo rápidamente», explica Júlia González, secretaria de la entidad.
Más allá de la calle del Ayuntamiento, el correfoc pasará por la plaza del Comercio, la calle de Pons y Gallarza, Mateu Ferran, la plaza Mercadal y Vintró –las tres últimas calles, inclusivas, sin quemar petardos grandes– la calle de Pons y Gallarza, Bascònia, Rubén Darío, Sant Adrià, Otger, Doctor Balari y Jovany, Segre y volverá a la plaza de Orfila.
Un año sin correfoc
Después de suspender el correfoc del año pasado, las collas fueron claras en sus comunicados. «Aunque se nos consulta y se nos convoca a reuniones para hablar de todos los temas relativos al correfoc, nos encontramos cada año con decisiones impuestas donde no se tienen en consideración las opiniones expertas que aportamos como profesionales del fuego. Además, se ha dado el caso de llegar a acuerdos en las mencionadas reuniones que se han roto unilateralmente al cabo de unas horas», expusieron, en un comunicado, las tres collas de fuego del barrio. El diario local el Exprés de Sant Andreu deshizo el entuerto de todo ello, sacando a la luz conversaciones entre la comisión y las collas que permitían el paso por la calle del Ayuntamiento, que previamente había sido vetado por los comerciantes, pero la licencia que se otorgó no lo indicaba así y las collas se toparon con la Guardia Urbana.
Los comerciantes, que niegan haber presionado, aseguraban que no se respetaban los acuerdos verbales a los que llegaron en 2021 para evitar destrozos en los comercios. Las collas, en cambio, reivindicaban ser respetuosas y avisaban que se había llegado a un acuerdo para poder pasar por la calle. Y el distrito, que actúa de árbitro, mantenía que la licencia que había solicitado la Comisión de Fiestas permitía el paso por la calle de Malats, la del lado, y no por la del Ayuntamiento. Un año más tarde, la historia es bien diferente.
Este año, las dos rutas, la infantil, más corta, y la de adultos, regresan y se suman al correfoc de Bestias, el primer correfoc propio del bestiario de Sant Andreu. El barrio andreuense es uno de los que goza de mejor salud, en cuanto a las collas de fuego. Son tres collas históricas: los Diables de Sant Andreu, los Diables del Mercadal Infernal, y la Satànica de Sant Andreu.