Los vecinos de les Corts vieron como el Ayuntamiento de Barcelona les arañaba en junio del 2022 cerca de 10.000 metros cuadrados para hacer un gran parque. La previsión inicial era que el polémico proyecto estuviera terminado justo un año después, culminando de este modo la largamente esperada transformación de la Colonia Castells, un núcleo de casetas bajas centenario fundado para acoger a los trabajadores de una fábrica de la zona ya desaparecida. Los trabajos, sin embargo, no solo han supuesto a la práctica la desaparición de este conjunto -ubicado dentro del Camp de la Creu, un antiguo barrio obrero que también parece extinguirse a marchas forzadas– sino que se han acabado prolongando de manera extraordinaria, acumulando un sobrecoste y un retraso que casi llegará al año.
Del anuncio inicial que indicaba la finalización de las obras en junio del 2023, el consistorio pasó a retrasar la inauguración del parque de la Colonia Castells hasta finales de diciembre argumentando que la actuación ya encaraba la recta final y que solo quedaban pendientes los últimos flecos. Sin embargo, la llegada del nuevo año certificó un nuevo incumplimiento del calendario, dejando en el aire el estreno del discutido espacio. Durante todo este tiempo, el perímetro de los cerca de 9.600 m² que ocupará esta zona verde ha sido blindado con vallas. En su interior, los operarios siguen a estas alturas trabajando para terminar unas obras que parecen eternizarse, hecho que según denuncian algunos de los establecimientos más próximos habría propiciado la proliferación de ratas y cucarachas en el barrio.
Ahora bien, hasta cuando se alargará esta situación? Según informó el regidor del distrito de les Corts, David Escudé, en el Consell plenari celebrado el lunes, la nueva fecha para la finalización de los trabajos y la inauguración del nuevo parque será a mediados o finales del próximo mes de abril, de forma que la actuación acumulará casi un año de retraso. En su intervención, Escudé aseguró que los trabajadores están puliendo los últimos detalles y se está acabando tanto la instalación de la valla perimetral como la urbanización del pasaje de Piera, que solo conserva la fachada original en uno de los lados y que actualmente presenta un aspecto que recuerda más bien al decorado de un western de los sesenta.

La alternativa que no desdibujaba el pasado industrial
Por otro lado, una vez concluidas las obras se acabará de concretar cuál ha sido el coste total del proyecto. Tal como informó
