La histórica Papelería Navarro, situada en el paseo de la Zona franca desde hace más de 70 años, se suma a la larga lista de negocios históricos que han tenido que bajar la persiana en los últimos años. La papelería, que también funcionaba como librería, copistería y juguetería, era un referente del barrio de San Cristóbal, a la Marina, donde se erigió ahora hace siete décadas. Este comercio, todo un emblema del barrio, fue lo primer establecimiento que abrió al conjunto de viviendas de la SEAT, el complejo que se construyó porque vivieran los trabajadores de la fábrica de automóviles en los años 50. Actualmente, la Papelería Navarro, conocida por todo el mundo en el barrio, es la última librería situada a la Marina de Puerto.
«Sentimos cerrar este negocio, puesto que las futuras generaciones tienen otros horizontes y cada cual tenemos que seguir nuestro camino», dice el cartel que los propietarios han colgado en la entrada de la tienda para anunciar el cierre. «Os llevaremos siempre en el coro, sois parte de nuestra vida”, continúa. Y no puede ser más cierto: papelería y clientes han formado una firme unión durante setenta años que ahora llegan al fin.

La historia de la Papelería Navarro
Este emblemático establecimiento nació de la mano de Enrique Navarro, uno de los primeros habitantes del conjunto de viviendas de la SEAT. Navarro decidió fundar la papelería en 1955 y, de hecho, vivió durante muchos años con su mujer y sus dos hijos, Enrique y Eugenia. Cuando ya no vivían, pero todavía trabajaban allí, llegó Esther, que se ha hecho cargo de la tienda de su padre. De hecho, los herederos de la papelería recuerdan que todo el mundo conocía la papelería y que muchos iban a pedir todo tipo de cosas, incluso ropa.