Los integrantes de la plataforma Salvam el Parc Joan Miró continúan en pie de guerra para evitar que las obras de la Línea 8 de los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC), que conectará plaza Espanya con el distrito de Gràcia, prive al vecindario de una parte del parque más grande del barrio del Esquerra de l’Eixample. Tal como explica al
Si este acaba siendo el destino del parque, indica Riu, las consecuencias serán varias. Una parte del parque quedará cerrada al público durante años, los vecinos convivirán con el polvo y el ruido que generará la maquinaria de las obras y se talarán árboles. Concretamente, avisa, supondrá la tala de 178 árboles, 41 de los cuales se guardarían en un vivero para replantar cuando acaben las obras. Desde la plataforma creen que la última medida no compensa el gran impacto de las obras. «Esto se ha pensado desde un despacho y con muy poca sensibilidad», indica Riu.
El Gobierno de la Generalitat «sorprendido» con el Ayuntamiento
Por su parte, fuentes del departamento de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat indicaron hace unos días a los medios que el Ayuntamiento sabe de qué manera las obras de la L8 afectarían al parque de Joan Miró desde el 2013. Ante esto, se mostraron «muy sorprendidos» por la posición que ha adoptado desde que los vecinos han rechazado el proyecto. El pasado martes, por ejemplo, BComú llevó a la Comisión de Urbanismo una propuesta para pedir “preservar el parque de Joan Miró”.
En cuanto al proyecto, fuentes del departamento de Territori i Sostenibilitat, indicaron que la Generalitat estaba en conversaciones con el Ayuntamiento para analizar diferentes propuestas. Sin embargo, recordaron que sería «muy difícil» encontrar una ubicación mejor. «Hay que ser conscientes de la magnitud del proyecto», recalcaron. El proyecto se adjudicará entre finales de verano y principios de otoño.
Otro hecho que no ha gustado a los integrantes de la plataforma Salvem el Parc Joan Miró es que, según señala Riu, se han enterado tarde de las afectaciones en el parque. Recuerda que el verano pasado se celebraron unas reuniones entre el Ayuntamiento, la Generalitat y los vecinos en las cuales se los habló del impacto que las obras tendrían en la zona. Entonces, asegura, no dijeron nada de este pulmón verde de l’Esquerra de l’Eixample.
Por otro lado, Riu es consciente que esta información se ha conocido cuando falten pocas semanas para que arranque la campaña de las elecciones municipales, que tendrán lugar el 28 de mayo. Recalca que no quiere que ni los vecinos ni el parque se usen como argumento político. «No queremos que esto sea una lucha partidista, sino que las dos partes se sientan y hablen», sentencia.
