El pasado 1 de febrero entró en vigor la prohibición temporal de viajar con patinete eléctrico en el transporte público. El objetivo era estudiar como evitar los riesgos que pueden suponer estos vehículos en los autobuses o los trenes. Lo que hizo saltar las alarmas fue el incendio en el interior de un vagón de los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC), provocado por un patinete que se estaba cargando. Se encontraba a la altura de Sant Boi. Después de meses de análisis, la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) todavía no ha puesto sobre la mesa medidas definitivas, pero de momento ha establecido que los patinetes no podrán viajar en hora punta. A partir del 1 de agosto se podría entrar en una segunda fase en la cual se alargará la prohibición vigente.
Los avances los explicaron técnicos del ATM durante la cumbre mundial de transporte público que acoge estos días Barcelona. También señalaron que se plantean prohibir que se carguen patinetes durante los trayectos, habilitar espacios en los trenes para estos vehículos y que solo suban aquellos que cumplan las condiciones que la DGT requerirá a partir del 2024. Pedirá, entre otros, que las baterías sean más seguras. Por su parte, el director del área de Movilidad de la ATM, Lluís Alegre, indicó que no solo falta una normativa al respecto en Catalunya, también en toda Europa. También dijo que las opiniones sobre cuál debe ser su futuro son dispares. Por ejemplo, ciudades como Londres han prohibido que suban al transporte público.
Tres personas heridas
En cuanto al incendio del pasado noviembre, hay que recordar que tres personas resultaron heridas. A pesar de que el fuego solo obligó a detener la circulación del tren, evacuar a los pasajeros y retirar el convoy de las vías, desde la ATM defienden que el incidente habría tenido consecuencias mucho más graves “en un tren lleno y dentro de un túnel”. De hecho, justo la estación anterior a Santo Boi, Cornellà, está sepultada, así como el resto de paradas hasta la plaza de Espanya de Barcelona.
