La Diada de Sant Jordi del año pasado contó con una superilla literaria que se encontraba entre la Gran Via de las Corts Catalanes y la avenida Diagonal y las calles de Pau Claris y Balmes. Esto quiere decir que en esta zona de la ciudad se cortó el tráfico y se pusieron paradas de libros y rosas en la calzada de las cuales disfrutaron los peatones. Tal como ha informado el Ayuntamiento en la presentación de la diada, este 2023, la superilla literaria volverá por Sant Jordi. Pero con algunos cambios.

La superilla ganará espacio con la incorporación de la parte de abajo de la calle Gran de Gràcia y el emblemático paseo del corazón de Barcelona: la Rambla. En este caso, habrá paradas desde Canaletes hasta la plaza Reial, que invadirán el centro de la ciudad de rosas y libros. En cuanto a la situación de paradas desde un punto de vista global, la Cámara del Libro calcula que se superarán las 300 paradas de libros del 2022.

Sin «plano B» en caso de lluvia

En hablar del Sant Jordi del año pasado, es imposible no pensar en el temporal. Todo y la lluvia que cayó y los destrozos que provocó a diferentes paradas de libros de librerías que empezaban a sacar la cabeza por primera vez desde el estallido de la pandemia, el sector y las administraciones no han pensado ninguna «plano B» en caso de lluvia. Lo que sí que han dicho, pero, es que las paradas tienen que ser «homologadas». En cuanto a la crisis de la distribución, el Gremio de libreros se ha mostrado «muy tranquilo» y ha indicado que regularidad en la entrega es del 98% desde Navidad.

Otro cambio importante es que este año quedará fuera de la superilla literaria la calle Consell de Cent por las obras de la superilla Eixample, aunque se podrá pasear. Las obras empezaron simultáneamente el pasado agosto en las calles del Consell de Cent, Girona, Rocafort y Comte Borrell.

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