La zona ubicada entre la avenida Meridiana y las calles Tánger, Laguna, Pallars, Badajoz, Pujades y Marina es el escenario habitual de botellones que no solo provocan un exceso de ruido notable, sino que también se traducen en la degradación de las calles afectadas. Una situación que los vecinos de la zona, que han bautizado el espacio como ‘Triángulo Golfo’, hacía meses que batallaban para demostrar que este punto de la ciudad es un auténtico infierno de ruido que vulnera la normativa. Y ahora sí, queda demostrado con cifras lo que parecía una evidencia. Según el informe de las sonometrías practicadas por el Ayuntamiento de Barcelona entre el 22 de octubre y el 23 de diciembre de 2022, al cual ha tenido acceso TOT Barcelona, los límites permitidos se han excedido en los cuatro puntos estudiados. Los resultados, además, «son las más altos de la ciudad», segundos afirma Sos Triángulo Golfo después de haber recibido el informe municipal. La plataforma también se pregunta «que harán ahora el PSC y los Comuns para que los vecinos puedan dormir, porque ya no pueden negar el problema».

resultados de las sonometrías en el Triángulo Golfo

Cuatro puntos, cuatro excesos

Almogàvers, 83 y 115, Pamplona, 84 y Pere IV, 71. Son los cuatro puntos donde Medio Ambiente del Ayuntamiento ha hecho las sonometrías durante nueve semanas, y en todos ellos se han superado de sobras los valores máximos de ruido permitidos por ley. En concreto, el informe ha registrado estos valores: la calle de Pere IV supera los límites en 8,6 decibelios, Pamplona, 84 está 10 dB por encima de lo permitido, en Almogàvers, 115, el exceso ha sido de 4,1dB y en Almogàvers, 83 es donde más se dispara, 12dB por encima del umbral máximo de ruido permitido.

Manifestantes a la concentración contra el ruido en la plaza San Jaime / Blanca Blay / ACN
Manifestantes en una concentración contra el ruido en la plaza San Jaume / Blanca Blay / ACN

Los vecinos del Triángulo Golfo reclaman al Ayuntamiento que tome ahora, con los datos en la mano, las medidas necesarias para restablecer la paz en esta zona. Y es que el exceso de ruido es una problemática que sufren más de 210.000 vecinos de varias zonas de la ciudad como Poblenou, donde las quejas vecinales por el ruido de los botellones son una constante.

Once puntos negros de Barcelona

Este verano, los sonómetros confirmaron el exceso de ruido en los 11 puntos que el consistorio había determinado como más problemáticos en la ciudad. Según los datos registrados, efectivamente se superaron de forma continuada los límites permitidos en tres decibelios, hecho que permitió decretar estos 11 puntos como zonas acústicamente tensionadas en horario nocturno (ZATHN). En estas zonas está incluido el Triángulo Lúdico-Triángulo Golfo:

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