La reforma del Teatre Arnau será más barata de lo previsto inicialmente, concretamente unos 1,5 millones menos. En junio de 2021, la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó un coste para la remodelación de más de 11,6 millones, IVA incluido. Durante estos casi tres años y medio, las obras no han comenzado. Ahora, el gobierno de Jaume Collboni ha aprobado inicialmente una revisión del proyecto ejecutivo que reduce el presupuesto en unos 1,5 millones sobre la partida de 2021, hasta los 10,1 millones, IVA incluido.
El proyecto de rehabilitación y adecuación del teatro, de propiedad municipal desde febrero de 2011, cuando fue comprado por el entonces alcalde Jordi Hereu, se ha revisado a petición del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB), que es quien impulsa la recuperación del espacio. El teatro fue comprado por algo más de dos millones de euros a la Iglesia Evangélica China, que era la propietaria.

Garantizar la viabilidad del proyecto
El nuevo presupuesto de 10.174.841,02 euros fue aprobado inicialmente en la comisión de gobierno del pasado 17 de octubre [ver aquí, punto 15]. Y el cambio que se ha introducido en el proyecto ejecutivo y que ha permitido reducir el coste es una reducción de la superficie construida bajo rasante. «Se han eliminado los espacios del sótano situados a la izquierda de la muralla, correspondientes a usos de carácter interno del equipamiento», y se han reubicado en la planta semisótano. Además, en el ámbito constructivo y estructural, el proyecto se ha simplificado y se ha reducido la profundidad de excavación de seis a tres metros, indica el texto aprobado. Justo este miércoles, las obras se han licitado por un presupuesto base de licitación con IVA de 9.890.026,28 euros, según figura en la página de contratación pública de la empresa municipal Bimsa. La diferencia de importe radica en que los 10,1 millones incluyen la obra civil y el resto de gastos, mientras que el precio de la licitación incorpora solo la obra y no otros gastos (como los servicios de arqueología y las acometidas), que se contratan aparte.
Fuentes del ICUB han explicado al TOT Barcelona que «para garantizar la viabilidad del proyecto, se ha simplificado la ejecución inicialmente aprobada, la cual incluía múltiples salas polivalentes y suponía una inversión excesiva que dificultaba su realización. Esta simplificación ha permitido reducir el coste respecto a la previsión inicial».

Inicio de obras a lo largo del primer trimestre del 2025
Si se cumple el nuevo calendario previsto, la reforma del Arnau se iniciará a lo largo del primer trimestre del 2025 y la intención del Ayuntamiento es que pueda reabrir como espacio escénico a finales del 2026 o a principios del 2027, coincidiendo con el final de la reforma de la Rambla. «Nuestro objetivo es revitalizar la parte baja del Paral·lel y recuperar su pulso escénico. Queremos que el Molino [que acaba de reinaugurarse] sea la punta de lanza, pero también el Arnau, que es el invitado inesperado. No podíamos aprovechar este momento dulce de la escena barcelonesa teniendo aún el Arnau cerrado. Ha sido una decisión nuestra de priorización presupuestaria», dijo Collboni a mediados de septiembre. Para hacerlo viable, sin embargo, será necesario que el presupuesto municipal del 2025, que aún debe comenzar a tramitarse, sea aprobado por el pleno.
Desde el ICUB añaden que el Teatre Arnau es una pieza clave para la revitalización del Paral·lel como epicentro cultural de la ciudad, con el objetivo de impulsar el Paral·lel como una avenida de teatros: «El proyecto actual del Teatre Arnau se basa en una estrategia cultural que prioriza los usos escénicos». Así, «durante el proceso de rehabilitación, se desarrollará una reflexión con los otros teatros para definir con detalle el rol escénico del Arnau, con la intención de cerrar esta fase de diseño seis meses antes de la finalización de las obras». Esta nueva fase se enmarca en una política de colaboración público-privada que permita hacer crecer la oferta cultural de la zona de forma coordinada y con una mejor adaptación a la demanda del público.

Hace un año, el TOT Barcelona informaba que en el presupuesto para el 2024, el gobierno de Collboni se había olvidado de incluir la reforma del Teatre Arnau. El proyecto, que redactó el despacho H Arquitectes, se encargó durante el primer mandato de Ada Colau como alcaldesa. Entonces, la concejala de Ciutat Vella Gala Pin explicó que la remodelación se iniciaría en 2019. En un principio, la idea del Ayuntamiento era derribar el Arnau por deficiencias estructurales. Así se dijo en 2016. Pero finalmente esta opción se descartó y se aseguró que el edificio, el último teatro de barraca de Barcelona, se podría salvar.
Un teatro con 200 butacas
Si no se producen más cambios sobre el proyecto elaborado, la propuesta arquitectónica de H Arquitectes prevé un teatro con unas 200 butacas en el cual se podrán preservar diferentes elementos, algunos de ellos patrimoniales: la carpintería, la boca del escenario, la forma de la sala, la barandilla del anfiteatro y la fachada. El nuevo Arnau tendrá una planta baja, dos superiores, una planta subterránea y otra semisubterránea. La idea es que se puedan hacer teatro, circo, danza y música, pero también se quiere que funcione como equipamiento de barrio, ateneo y centro cívico.
El Teatre Arnau está totalmente abandonado desde hace años, con redes y andamios para que no caigan objetos a la calle. También está lleno de grafitis y tapiado, para evitar que sea ocupado, como ya sucedió en 2006 por parte de unas 200 personas para reivindicarlo como un espacio cultural alternativo. Con un siglo largo de vida, el Arnau cerró de forma definitiva en 2004.



