El Ayuntamiento de Barcelona ha precintado este jueves por la mañana el supermercado 24 horas ilegal, situado en los bajos donde estaba el departamento de Economía de la rambla de Catalunya. A principios de octubre, el Ayuntamiento ya anunció que tenía previsto cerrar el comercio porque a los titulares se les abrió dos expedientes sancionadores, uno por operar sin licencia y otro por haber realizado obras sin permiso.
Ahora, fuentes municipales explican al TOT Barcelona que una nueva inspección, que la Guardia Urbana y los servicios técnicos del distrito realizaron el 8 de octubre, sirvió para constatar el funcionamiento deficiente de la mayoría del alumbrado de señalización y el funcionamiento incorrecto de los equipos contra incendios, «un hecho que puede constituir una infracción muy grave tipificada en la ordenanza municipal de condiciones de protección contra incendios», subrayan desde el consistorio. El precinto es «inmediato y cautelar» y se ha podido acelerar gracias a esta segunda inspección, ya que el primero que se había abierto, en el ámbito de la disciplina urbanística, tenía una tramitación más lenta.

Un edificio modernista declarado bien cultural de interés local
La Casa Heribert Pons, donde se encuentra el supermercado, es un edificio que forma parte del catálogo del patrimonio de la ciudad. Declarado bien cultural de interés local, se trata de un inmueble modernista que fue proyectado por el arquitecto Alexandre Soler i March. Es una construcción de 1909 impulsada por el empresario manresano Heribert Pons Arola. Originalmente, la finca se erigió como edificio residencial, pero en los años treinta se convirtió en oficinas, eso sí, conservando tanto su magnífico vestíbulo como la fachada modernista, que está decorada con esculturas realizadas por Eusebi Arnau.
El hecho de ser un edificio preservado obliga, en caso de querer realizar obras, a solicitar una licencia, de modo que presentar un comunicado, como suele ser habitual, no era suficiente en este caso.
Polémica en las redes sociales
La polémica por los nuevos usos de los bajos de la Casa Heribert Pons se inició en las redes sociales, cuando varios perfiles compartieron imágenes del estado que presentaban los bajos del edificio centenario, que en ese momento se estaba preparando para la apertura como supermercado. Las fotografías generaron bastante revuelo sobre todo porque hace solo una década que este espacio lo ocupaba parte de las instalaciones de la consejería de Economía de la Generalitat.