La Audiencia de Barcelona juzgará la semana que viene a dos personas acusadas de estafar a 105 personas. Las engañaron prometiéndoles invertir su dinero en bolsa y el total de la suma estafada asciende a 1,89 millones de euros. Tal como ha informado Europa Press a partir del escrito de la acusación, la Fiscalía pide ocho años de prisión para uno de los acusados y tres años para el otro. Le considera su cómplice.
El documento de la Fiscalía también detalla que los dos acusados habrían conseguido engañar a tantas personas porque trabajaban en una empresa de asesoramiento bursátil. Las presuntas estafas empezaron cuando fundaron la empresa el febrero del 2015, y no pararon hasta julio del 2016. Se cree que el negocio, que era propiedad del principal acusado, consistía a conseguir clientes que se comprometieran a invertir en su empresa firmando un contrato. La empresa se vendía como solvente y tenía productos que se comercializaban a la Bolsa de Nueva York. Después del tiempo acordado, aproximadamente un mes, volvían la inversión al cliente y una parte de los beneficios conseguidos. Los supuestos beneficios salían de inversiones de nuevos clientes. Esta estrategia dejó de funcionar entre junio y el julio del 2016, cuando dejaron de recibir capital suficiente para devolver las inversiones a los clientes y pagarlos los intereses.
Herederos de una fortuna multimillonaria
Los Mossos d’Esquadra han detenido en València a un hombre que se hacía pasar por un abogado que buscaba herederos de una fortuna multimillonaria que los había dejado un familiar muerto. Para ponerse en contacto con sus víctimas, el hombre de 44 años les enviaba cartas con sellos falsificados. Concretamente, envió 4.742 cartas desde 379 buzones de la demarcación de Barcelona. En estas cartas, el estafador instaba a las víctimas, que generalmente eran de varios países del centro y norte de Europa, a pagar sus honorarios como abogado e iniciar el proceso de reclamación jurídica que los permitiría conseguir la fortuna de la herencia.
En estas cartas explicaba que buscaba familiares de un empresario que murió en 2012 en un accidente de tráfico y que había dejado a las víctimas como herederos de una fortuna de 11,8 millones de euros. Aseguraba que una vez recibiera sus honorarios viajaría al país de la víctima para dividir el dinero en dos partes iguales. Aseguraba que la transacción era “100% segura” y que la operación se haría “bajo la legalidad y sin que se infrinja la ley”.