La Guàrdia Urbana hizo una campaña de control a patinetes eléctricos entre los pasados 27 de febrero y 15 de marzo. Tal como ha informado a través de Twitter, el balance de este dispositivo ha sido 459 denuncias, el 53% de las cuales han estado por infracciones en la circulación, el 24% en los semáforos, el 16% por distracciones y el 7% por otros motivos. El objetivo de esta iniciativa ha sido hacer más seguras las carreteras de Barcelona, promoviendo la seguridad viaria, garantizando «la correcta circulación» y favoreciendo «el buen uso del espacio público».
Esta no es la única vez que se hacen públicas infracciones por parte de los conductores de patinetes eléctricos de la capital catalana. El pasado mes de septiembre, un estudio del RACC estableció que la gran mayoría de los patinetes admitían que no siempre circulaban por los carriles que les corresponden. Concretamente, los resultados del segundo barómetro de la movilidad en Vehículos de Movilidad Personal (VMP) en Barcelona indicaba que el 75% de los conductores reconocía circular a veces por la acera.
El estudio se hizo a partir de 800 encuestas y observando el comportamiento de más de 4.500 VMP. Otra de las conclusiones a las cuales llegó es que el 60% de los usuarios de patinetes o de vehículos parecidos iban más rápido del límite que permite la normativa. En este sentido, el 16% de los encuestados afirmó que había trucado el vehículo para ir a más velocidad.
La obligatoriedad de llevar casco
Otra noticia importante en relación a los patinetes es que, a partir del próximo abril, tendrán que llevar casco para moverse por la capital catalana. La nueva normativa también ha establecido que los patinetes tendrán que ser unipersonales e incorporar timbre y luces. Por otro lado, se estableció que podrían circular por las aceras de manera excepcional, cuando haya espacios de peatones habilitados.