Cerramos un mes de agosto que hará historia si nos fijamos en la meteorología. Y es que el Observatori Fabra, que recoge datos climáticos de la ciudad desde 1914, ha anotado dos registros históricos, que atribuye a la ola de calor de los días 20 al 24 de agosto: la temperatura más elevada registrada nunca en un mes de agosto y la temperatura mínima diaria más elevada de toda la serie. «Dejando de lado la ola de calor, el resto del mes ha tenido un comportamiento cálido en general (el cuarto de la serie centenaria, que no es poco) y seco, con la única excepción del episodio de lluvia de los días 26 y 27, muy generoso en cantidad y horas, pero «demasiado concentrado en el tiempo para poder calificar el mes en general de lluvioso a pesar de lograr un registro de precipitación superior a la media», explican desde el Observatorio.

Una de las imágenes del mes de agosto hechas desde el Observatori Fabra. ALFONS PUERTAS

38,8 grados de máxima

Pero vamos por partes. ¿Cuál ha sido el día más caluroso de agosto y la temperatura máxima que hace que hablamos de récord centenario? Pues hablamos de los 38,8 grados que vivió la ciudad miércoles 23 de agosto. Y si nos fijamos en la mínima más asfixiante de la serie histórica, la tuvimos el mismo día, 29.4 °C de temperatura mínima, la cifra más elevada registrada nunca en una jornada entera.

Agosto cierra con dos récords históricos en Barcelona ALFONS PUERTAS

Y de repente… lluvia y frío

Pero este mes de agosto ha dejado más sorpresas. El termómetro cae de repente y de manera notable por debajo de los 20 grados y llega con lluvia. Los días 26 y 27 de agosto se recogen 41 mm de lluvia y la temperatura marca el mínimo mensual el día 27 con 14.6 °C. Después de esta caída, no vuelven los 30 grados hasta final de mes, que acaba con tormentas, rayos y truenos abundantes la madrugada del 29 al 30.

Rayos y truenos en un mes convulso ALFONS PUERTAS

Y con el mes de septiembre comenzado, y pendientes de si el fin de semana lloverá o no, las temperaturas vuelven a repuntar y este viernes volvemos a sentir el bochorno en la ciudad. Eso sí, las noches tórridas parece que se han marchado definitivamente y quedan atrás los récords de 28 grados de madrugada.

El cielo barcelonés desde el Observatori Fabra ALFONS PUERTAS

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