No. La cumbre del Tibidabo nunca escupirá humo y fuego ni ríos de lava bajarán por el regazo de la montaña y penetrarán Barcelona, arrassant todo en su paso. Los barceloneses no tienen que temer vivir algún día una evacuación deprisa y corriendo por una erupción violenta como la que sí que ha obligado a desalojar los últimos días miles de vecinos de la isla de la Palma, que no han podido recoger más que una parte de sus pertenencias antes de que unas lenguas de ceniza y de rocas incadescents destruyeran -de momento- más de 400 edificios y hogares. En definitiva, nada de la catástrofe desencadenada por el Cumbre Vieja no pasará ahora ni tampoco de aquí a miles de años en la capital catalana. Simplemente porque el Tibidabo no es ningún volcán, una invención que ha circulado en las redes sociales esta semana como si fuera una verdad poco conocida o, incluso, silenciada.
“Es una leyenda urbana, igual que la chica de la curva”, rebaten en el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC), una fuente de referencia este días para entender el fenómeno natural que sacude la isla canaria. “Nos trucáis por el supuesto volcán del Tibidabo, oi?”, deduce una portavoz del organismo antes de formular ninguna pregunta. “Nos lo preguntan muchos periodistas. Los geólogos no saben de donde puede salir esta idea”, comentan en el instituto, donde se toman con buen humor tener que desmentir el falso mito.
El engaño ha corrido bastante a redes sociales en los últimos días, donde algunos usuarios han dado por hecho que la montaña de 512 metros que se levanta sobre la capital es un presunto volcán dormido desde hace 7.000 años. El origen de la noticia falsa es incierto, a pesar de que un medio digital le otorgó verosimilitud el 2018. En un artículo sin firmar, calificava la cumbre de Barcelona de “volcán inactivo”. Además, entroncaba el origen de la montaña con el de la zona volcánica de la Garrotxa, esta sí real, pero con opciones muy remotas de entrar en erupción después de 10.000 años sin humear, según han coincidido varios expertos esta semana.
La misma información incorrecta alude en unas supuestas investigaciones -sin citar ninguna fuente- que habrían descubierto restos volcánicos a 300 metros de profundidad dentro de la montaña. Es otra falsedad, y de las gordas, aclara la ICGC: ni el Tibidabo entró nunca en erupción ni es resultado de una acumulación de magma de alguna explosión remota. “La composición de las rocas y la estructura geológica demuestran que no ha estado nunca ningún volcán”, ilustran en el instituto.
Datos de una web humorística
Los geólogos son rotundos desmontando una mentira que, como otras, encuentra campo libre a internet para esparcirse o alimentar suposiciones sin ninguna base, como las de un video que especula si algunas cuevas de la sierra de Collserola son antiguos cráteres. Ciertos datos que algunos internautas han creído como verídicas coinciden con las que una web satírica publicó el 2007, en un texto con apariencia de noticia y enriquecido con un fotomontaje en que una enorme columna de humo se levanta sobre el templo y el parque de atracciones del Tibidabo. “El volcán en erupción: una catástrofe posible”, se lee bajo la imagen irreal. La misma web -un puro sarcasmo- incluye otros supuestas noticias con titulares esperpénticos, como 
También es cierto que en el diario 

