Las estatuas de la Rambla han cambiado de ubicación mientras duren las obras de reforma del paseo en el ámbito de Astilleros. El que parecía que tenía que ser solo un traslado provisional ha derivado en un conflicto entre las figuras humanas y el Ayuntamiento de Barcelona. Fuentes del distrito de Ciutat Vella explican al TOT Barcelona que, a principios de abril, se comunicó a las estatuas que se podían poner en espacios concretos del tramo de la Rambla por debajo de la calle de Colom, a la altura de la plaza Real. En cambio, en una respuesta de la síndica de agravios de Cataluña a una queja de Walter Daniel San Joaquín López, presidente de la Asociación República de las Estatuas Humanas de la Rambla, se dice textualmente que el regidor de Ciutat Vella, Albert Batlle, les ha dado permiso para instalarse «hasta el Liceo». El escrito de la síndica es del 12 de abril.
Y aquí es donde rae la polémica y se hace visible a pie de calle, a tocar del Liceo, con agentes de la Guardia Urbana. Así ha pasado este martes por la mañana en presencia del TOT. Según el presidente de las estatuas, en la rambla de los Capuchinos, por debajo de la calle de Colom, no caben, puesto que tienen que compartir el espacio con la Feria de Artesanos y las terrazas de los bares. Además, San Joaquín López asegura que el plan que les han suministrado con las ubicaciones no cumple con el Plan de Ordenación de la Rambla, del 2016, porque entre las estatuas y otros elementos del espacio público, como terrazas, quioscos o pasos de peatones, debe haber 15 metros de distancia. El presidente de las estatuas sostiene que no tiene intención de moverse de los alrededores del Liceo, donde dispone de más espacio para trabajar.

En desacuerdo con tener un horario
Desde el distrito, explican al TOT que el cambio de ubicación, que se comunicó junto con la renovación de la licencia para el 2024, se hace para minimizar las afectaciones negativas que pueden tener las obras en esta actividad. Fuentes del Ayuntamiento añaden que con la licencia se les dio un plano adjunto en el cual cada estatua tiene una ubicación asignada (en función de si hay Feria de Artesanos o no) y su turno y horario autorizado, todo para evitar los problemas que han aparecido. Justamente, el horario es otro foco de la polémica. Las pocas estatuas que quedan desde el Covid -entre tres y cinco que se plantan de forma habitual en la Rambla-, critican que se les ha impuesto un horario «sin tener contrato laboral ni un horario laboral», denuncia el presidente de la asociación de las estatuas.
Las estatuas se cogen al escrito de la síndica de Cataluña, Esther Giménez-Salinas, para defender que pueden estar a la altura del Liceo. En el texto, al cual ha tenido acceso el TOT, el adjunto general a la síndica, Jaume Saura, dice que el distrito de Ciutat Vella permite que de «manera excepcional y temporal (mientras duren las obras), las estatuas podrán ubicarse hasta el Liceo, respetando siempre los criterios de seguridad y de convivencia en el espacio público por no dificultar nunca el paso en los accesos de metro, vados de peatones…» En el texto de la Sindicatura queda claro que esta es la contestación que ha trasladado el regidor de Ciutat Vella y no una recomendación de la defensora.

Tampoco desde la Feria de Artesanos ven con buenos ojos tener que compartir espacio con las estatuas. En una instancia presentada por Roberto Bonomo de Federico en el Ayuntamiento, en nombre de los artesanos, este expone que la feria no puede estar rodeada de estatuas, «puesto que impiden el buen funcionamiento del flujo de visitantes a la feria», y recuerda que esta situación ya había quedado resuelta con el anterior edil del distrito, Jordi Rabassa, de Barcelona en común.
Volverán a la rambla de Santa Mònica
Según el Plan de Ordenación de la Rambla, la ubicación oficial de las estatuas es la rambla de Santa Mònica, próxima a Astilleros. Ahora bien, en estos momentos, este tramo de la arteria está en obras desde octubre del 2022 y es donde las figuras humanas tendrán que volver cuando acabe la reforma de esta parte de la rambla, subrayan desde el distrito, hacia principios de verano.
El motivo principal de la queja presentada por el presidente de la asociación de las estatuas de la Rambla ante la síndica fue «la disconformidad con el hecho de no poder ocupar espacios» para hacer su actividad artística comercial (figuras humanas), «mientras se ejecutan las obras al final de la rambla Santa Mònica», subraya la Sindictura. San Joaquín López también expuso que sancionaron a una compañera suya con 400 euros por obstrucción de la vía pública, ha reconocido ella misma al TOT. En el escrito de la síndica consta que «se ha estimado el recurso» contra la multa y «se ha declarado la caducidad del procedimiento y su archivo».
Según dice el adjunto a la síndica, recogiendo la respuesta que les ha trasladado el distrito, se han dado directrices a la Guardia Urbana para que «sean más flexibles con la ubicación de esta actividad», lo cual contrasta con el que se ve a pie de calle. Sobre esta cuestión, fuentes municipales comentan al TOT que los agentes realizan el control del cumplimiento de las condiciones de licencia por la actividad de estatua humana. «Controlan y sancionan si, como es el caso, el ejercicio de la actividad no se corresponde ni con el punto adjudicado ni con el horario autorizado para tal actividad».
«Delincuentes de la cultura»
San Joaquín López asegura que continúan «perseguidos» por la Guardia Urbana, sintiéndose «delincuentes de la cultura». La estatua humana explica que el 11 de abril, agentes de la policía local los obligaron a dejar la zona de Liceo y situarse en un espacio más próximo a la plaza Real bajo la amenaza que si no lo hacían los multarían.