Los incendios en patinetes eléctricos se han multiplicado por tres en cuatro años en Barcelona, según los datos facilitados por el Ayuntamiento a TOT Barcelona. Mientras en el año 2021, los bomberos intervinieron en el fuego de cinco de estos vehículos, el año pasado fueron 14.
El balance del consistorio de incendios en vehículos eléctricos en la capital catalana entre los años 2021 y 2024, con la intervención del servicio de extinción de incendios municipal, indica que se ha pasado de 18 a 38 fuegos. Es decir, los datos se han duplicado. Del total, los siniestros en los patinetes eléctricos son los más habituales todos los años, también en 2022 y 2023, con 13 y 15 fuegos, respectivamente.
Un incendio en FGC vetó los patinetes eléctricos en el transporte público
A mediados de noviembre del 2022, la explosión de un patinete eléctrico en un vagón de los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) fue determinante para prohibir el acceso con este tipo de vehículos o similares al transporte público. A consecuencia de aquel fuego, tres personas resultaron heridas. La Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM) prohibió, a partir del 1 de febrero del 2023, primero temporalmente y después indefinidamente, viajar con patinetes eléctricos en metro, Rodalies, tranvías, autobuses y FGC por razones de seguridad.

15 bicicletas eléctricas y tres coches híbridos
Según los datos facilitados por el consistorio, de 2021 a 2024 se han quemado en la ciudad 26 baterías (tres de las cuales fueron en 2021 y nueve el año pasado). También se han incendiado 12 baterías de coche (cinco de las cuales el último año), 15 bicicletas eléctricas (cinco de las cuales el último año), tres camiones eléctricos (uno por año desde 2022), un coche eléctrico (en 2022), tres coches híbridos (uno en 2021 y dos en 2023), 11 motos eléctricas (con un máximo de cinco en 2021), dos teléfonos y cuatro triciclos eléctricos.
A principios de abril, un incendio en un aparcamiento de Alcorcón (Madrid), después de que un coche híbrido chocara a 60 km/h contra otro turismo y una columna de hormigón, causó la muerte de dos bomberos. En Barcelona, el cuerpo municipal de bomberos trabaja con protocolos y formación específica para afrontar este tipo de siniestro, explica el bombero y delegado del sindicato de CSIF Pere López.

Poca visibilidad y temperaturas elevadas
Según López, una vez extinguido el incendio de un coche eléctrico u otro vehículo de las mismas características, estos se colocan en el interior de un camión grúa, del cual disponen los bomberos de la ciudad, lleno de agua. Esto se hace porque durante las siguientes 24 horas existe riesgo de que el fuego se reactive.
A juicio de este bombero, lo más peligroso de estas intervenciones no es que el vehículo explote sino el alto voltaje de las baterías de los coches (400 voltios) y el hecho de que el fuego se amplifique en un aparcamiento subterráneo, donde normalmente los bomberos trabajan con muy poca visibilidad y la temperatura aumenta considerablemente, lo que impide que se pueda hacer una extinción rápida. «Son intervenciones muy complejas», dice.
La carga, el momento de más riesgo
La normativa municipal regula en Barcelona que las cargas de los vehículos eléctricos se deben hacer en la planta baja o como máximo en la planta -1 de un aparcamiento subterráneo, recuerdan fuentes municipales. El momento de la carga es cuando se considera que puede haber más riesgo de incendio.


