Las obras de Can Batlló han permitido descubrir los restos arqueológicos de una curtiduría del siglo XIX. Según avanza
Desde hace un mes, se están excavando y documentando los restos de este hallazgo arqueológico del pasado barcelonés. Después de este tiempo de trabajo, desde el ICUB explican que todavía no están «100% seguros» de qué edificio se trataba, pero gracias a varios documentos históricos, creen que se trata de Can Gatius. «Todavía se está trabajando y falta trabajo para estar seguros del todo», afirman. La información de la cual disponen, pero, todavía es poca.
Gracias a los restos que han ido desenterrando durante las obras, «se piensa que la curtiduría funcionaría a partir del agua proveniente del ramal del Canal de la Infanta», que se encuentra mucho al lado de dónde han aparecido estas ruinas. La aparición de la curtiduría, pero, no es el único descubrimiento que se ha hecho durante esta intervención de obras.
Restos humanos con siglos de historia
Los trabajos de urbanización de la nave del distrito de Santos-Montjuic hicieron aflorar un yacimiento prehistórico el marzo del año pasado, y meses después, allá mismo aparecieron dos esqueletos datados de la época romana. Los dos esqueletos se encontraron enteros, uno enterrado al lado del otro dentro de las instalaciones ocupadas por el antiguo recinto fabril. Los expertos calculaban en aquel momento que los cuerpos recibieron sepultura en la época alto imperial romana.
Pero este no era el descubrimiento más significativo que se ha producido durante las obras, puesto que también se localizó una fosa de inhumación de planta circular de 3,10 de diámetro y aproximadamente 65 centímetros de profundidad conservada, que contendía dos individuos, un adulto y un adolescente. También se han documentado hasta cuatro fosas o silos más, y un estrato de grandes dimensiones, de 450 metros cuadrados, a la actual galería de servicios de la Nave 4, con mucha presencia de materiales prehistóricos acumulados.