El Ayuntamiento de Barcelona ha procedido este lunes a cerrar los Jardins de Torre de les Aigües, uno de los interiores de manzana del distrito del Eixample habilitados como zona verde. La clausura de este espacio ubicado al barrio de la Dreta de l’Eixample será temporal y está motivada por la realización de obras de rehabilitación en el pasaje que da acceso a los jardines, ubicado en el número 56 de la calle de Roger de Llúria.
Según informa el consistorio barcelonés en un comunicado, la previsión es que los trabajos se alarguen durante tres meses y que tengan un coste de cerca de 125.000 euros. En concreto, la actuación se centrará en la mejora de este pasaje de 38,50 metros de longitud, un paso hasta ahora poco iluminado y construido con unos materiales ya muy envejecidos, fruto del paso del tiempo y de algunas acciones de incivismo.
Con el objetivo de revertir esta percepción negativa del espacio, la administración procederá a renovar los revestimientos actuales y el sistema de iluminación, conformando de este modo un pasaje más agradable e incrementando la sensación de seguridad. Los trabajos, sin embargo, mantendrán tanto el estructura original del paso como la pared de piedra de masonería, la característica puerta de acceso y el pavimento de pieza cerámica.
En este sentido, también se prevé introducir en el pasaje un espacio para exposiciones de pequeño formato, dado que en los últimos dos años ha habido varias iniciativas ciudadanas que pedían instalar paneles expositivos. El proyecto pretende habilitar tres espacios donde se puedan ir instalando diferentes muestras temporales. De hecho, el consistorio ya ha contactado con varias asociaciones vecinales por si estuvieran interesadas en organizar algún tipo de exposición.
Un interior de manzana pionero y protegido como patrimonio
Hay que recordar que los Jardins de Torre de les Aigües es un interior de manzana situado entre la calle de la Diputació y la calle del Consell de Cent y conocido especialmente por la alta torre de ladrillo que en 1867 empezó a construir el arquitecto Josep Oriol Mestres para abstecer de agua potable las primeras fincas de esta zona del Eixample. El conjunto -que es una obra protegida como Bien Cultural de Interés Local (BCIL)– se habilitó como jardín público en 1987 y fue el primero interior de manzana que fue recuperado para uso ciudadano.
